lunes, 30 de junio de 2008

ANIVERSARIO DE LA CREACION DEL CIRCULO MILITAR


Círculo Militar
Conmemoramos en esta fecha el aniversario de la creación del Círculo Militar, que celebró su primera reunión el 30 de junio de 1881 y que, desde entonces, es un lugar de encuentro social, de actividades deportivas y de fomento cultural.



Su historia.
Poco después de los sucesos de 1880 un grupo de Jefes de las Instituciones Armadas, dirigidas por el entonces Coronel Mayor Levalle, resolvió la creación de un Club Militar con el objeto de estrechar lazos de compañerismo y afectos, un tanto débiles por las pasiones que se debatían en ese momento.
La Primera reunión preparatoria se llevó a cabo el 30 de junio de 1881 y se formó una comisión provisional, posteriormente se realizó la Primera Asamblea General, el 17 de julio de 1881 y se aprobó el reglamento del Club Militar.
El 24 de julio del mencionado año se produjo la Segunda Asamblea donde se eligieron y nombraron a los miembros de la Comisión Directiva que debían funcionar hasta diciembre de 1881. A propuesta del Coronel Mayor Levalle se elevó el número de vocales y la comisión quedó compuesta por:
Presidente: Coronel My Nicolás Levalle
Vicepresidente 1º: Coronel Domingo Viejobueno
Vicepresidente 2º: Coronel Antonio Donovan
Tesorero: Coronel Remigio Gil
Protesorero: Coronel Eduardo Pico
Secretario: Teniente 1ro Sandallo Sosa
Prosecretario: Teniente Coronel Daniel Cerri
Vocal Titular: Coronel Joaquín Viejobueno
Vocal Titular: Comodoro Luis Py
Vocal Titular: Coronel Daniel Soller
Vocal Titular: Capitán Rosendo Fraga
Vocal Titular: Teniente 1ro Federico López
Cuatro vocales suplentes.

Antes de finalizar el año 1881, el Club que funcionaba en el cuartel del Regimiento de Artillería provincial, alquiló dos propiedades en Florida 162 y 166.
A partir de ese entonces sus instalaciones funcionaron en las siguientes sedes:
1886 Florida y Charcas
1889 Calle Victoria 1283
1890 Calle Piedad y Azcuénaga
1890 Calle Ayacucho 650
1893 Calle Alsina 1581
1896 Calle Lavalle 1569
1896 Calle Cuyo 1712
1900 calle Suipacha 383
1923 Luego de 5 sedes diferentes sedes adquiere una propiedad en Florida 770
1938 Se compra el Palacio Paz lugar que hasta hoy ocupa.

Principales sucesos:
Julio de 1884: Bajo la 2da Presidencia del General Levalle se publica la Primera Revista del Club y la Biblioteca cuenta con 803 volúmenes. Se edita un nuevo reglamento que expresaba que el Club tenía por objeto:
Estrechar lazos de unión y compañerismo entre todos los cuerpos e instituciones del Ejército y la Armada.
Atender el desarrollo de la institución y estudios militares por medio de conferencias.
Formar una Biblioteca, un Museo Militar, una Revista mensual y los periódicos que sean necesarios para anotar los documentos e informes de carácter militar.
Mejorar la situación económica de los asociados creando sociedades de socorro, caja de ahorro, etc.
Proporcionar a los socios distracciones establecidas en centros de buena sociedad.
El centro que se llamaba Club Militar, se denominó Club Naval y Militar porque entre sus socios se contaban con cierta cantidad de marinos. En ese momento el Club tenía 575 socios.
Julio de 1899: Se elige nuevamente al General Levalle, Presidente del Club No obstante los esfuerzos de sus dirigentes, el Club había comenzado a declinar, produciéndose inesperadas renuncias de los socios. La crisis fue importante renunciando también varios miembros de la Comisión Directiva. Se hablaba de remate de muebles y existencias y que el Club se extinguía definitivamente, pero la actitud de la mayoría de los socios en una saludable reacción, impidió que ello sucediera.
Marzo de 1900: Se realizó una Asamblea para reorganizar el Club. Se dieron nuevas orientaciones que lo llevarían a lo que ha llegado a ser hoy. La antigua denominación de Club Militar fue cambiada por la de Círculo Militar.
Año 1915: Siendo Presidente de la Institución el General Riccheri, el Círculo Militar obtuvo la personería jurídica.
12 de Junio de 1938: Durante la Presidencia del General Bautista Molina, se compra el Palacio Paz, lugar que ocupa hasta nuestros días. Este hermoso Palacio (único en el país) fue construido sobre un terreno de 6.154 m2, el proyecto de la construcción fue hecho en Francia por el Arquitecto Luis Sortais, quien falleció antes de la finalización de la obra. Participaron además en su construcción los ingenieros Alberto de Gainza y Carlos Agote.
El estilo arquitectónico está inspirado en una parte en el Palacio del Louvre de París del siglo XVI. Hoy constituye un testimonio de belleza arquitectónica y de una época de extraordinario brillo y progreso de nuestra Patria.
El Lugar que ocupa es un sitio prominente de la ciudad y está ligado profundamente a la historia patria. Fue la "Plaza del Retiro", una plaza de toros de la época colonial demolida en 1822 y sus materiales fueron utilizados para la construcción de cuarteles. Muy cerca sobre lo que es hoy la calle Maipú se libró un combate durante la Segunda Invasión Inglesa por lo que recibió el nombre de "Campo de la Gloria" y más tarde cambiado por el de "Campo de Marte".
En 1812 el General San Martín formó su Primer Escuadrón del glorioso Regimiento Granaderos a Caballo de cuyas filas surgieron más de cuarenta Generales. En años posteriores estuvo acantonado el Batallón de Artillería Provincial.
En 1878 con motivo de celebrarse el Centenario del Natalicio del Grl San Martín, la antigua plaza recibió el nombre de "Plaza General San Martín".
Hoy el Círculo Militar mantiene la finalidad para la que fue creado. En el Artículo 2 del Estatuto dice:
-Propender a la unión del Personal Superior del Ejército y sus familias y a su elevación cultural y espiritual.
-Propender al fortalecimiento de la cohesión y camaradería de sus socios y del personal superior de las Fuerzas Armadas.
-Propender al progreso y perfeccionamiento funcional y cultural de:
La Biblioteca Nacional Militar
El Museo de Armas de la Nación
La Biblioteca del Oficial y de la Revista del Círculo Militar
- Propender a la protección mental y al bienestar de los asociados.
- Fomentar y estimular la práctica del deporte.
- Estrechar vínculos con instituciones o entidades oficiales o privadas nacionales y provinciales.
Promover el establecimiento de sedes anexas según se estime necesario.
Para finalizar recordemos que desde 1881, hasta la fecha se desempeñaron como Presidentes del Círculo Militar, 52 Oficiales Superiores y los que repitieron su mandato fueron el Teniente General Levalle (seis veces); el Coronel Rómulo Páez (cuatro veces); el General Donovan (dos veces); el Coronel Fernández (dos veces); el General Flouret (dos veces), General de División Ramón Díaz Bessone (dos veces) y el actual presidente General de Brigada Roberto Felipe Dominguez.
Podemos estar satisfechos que ha pasado más de un siglo y que el Círculo Militar mantiene en alto e inalterable el deber del cumplimiento de la finalidad para la cual fue creado.


Fuente: www.circulomilitar.org

sábado, 28 de junio de 2008

BANDERA ARGENTINA


NUESTRA INSIGNIA NACIONAL.

"Gloriosa enseña de la Patria mía,
el Paraná en sus brisas te envolvió
y en su ribera tremolaste el día
en que Belgrano al mundo te mostró.

Jamás vencida, siempre como el iris,
tras las borrascas tu color surgió
y el grito heroico de la ardiente gloria
donde flameaste por doquiera vibró.

Viva eterno el nombre del héroe
que formara tan bello color.
Viva libre la enseña de Mayo,
¡Gloria! ¡Viva! su ilustre creador.

Gloriosa enseña de la Patria mía,
el Paraná en sus brisas te envolvió
y en su ribera tremolaste el día
en que Belgrano al mundo te mostró.

Jamás vencida, siempre como el iris,
tras las borrascas tu color surgió
y el grito heroico de la ardiente gloria
donde flameaste por doquiera vibró.

Sol de las batallas
en que las glorias de la Patria viera,
luz inmaculada
entre los pliegues de la azul bandera.

Nunca tus fulgores
empañe el velo de la ciega suerte
y antes que humillada
sobre tu vida ciérnase la muerte."
Letra: G.J. García
En la imagen: Miembros del arma de Artillería.

viernes, 27 de junio de 2008

ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DEL GENERAL ZAPIOLA


GENERAL JOSÉ MATÍAS ZAPIOLA


El 27 de Junio de 1874 Muere en Buenos Aires el General José Matías Zapiola.

Héroe de la Independencia Argentina, (1780 - 1874), comandante del Regimiento de Granaderos a Caballo en la batalla de Chacabuco, peleó en Cancha Rayada y Maipú. En esta última batalla tuvo una actuación descollante, dirigiendo la mitad de la caballería patriota. Fue el Comandante de la 2da Campaña del sur de Chile, después de Marcos Balcarce, y tomó la ciudad de Chillán por asalto. Fue ascendido a general. Fue Comandante de la escuadra fluvial de Buenos Aires, y participó de la guerra contra Santa Fe y Entre Ríos, en los años 1820 y 1821. Después de 1828, fue jefe del Departamento de Marina y en 1852 fue ministro de Guerra y Marina.

En el combate de caballería que tuvo lugar el 19 de marzo de 1818 en las inmediaciones de Talca, el Coronel D. José Matías Zapiola que era jefe de los Granaderos, estuvo a punto de caer en manos del enemigo, pues fue muerto su caballo.Se disponía a vender cara su vida, cuando se le acercó a la carrera el cabo Torres que prestaba servicios en la segunda Compañía del primer Escuadrón, y desmontando de un salto le alargó las riendas, diciéndole:“- Sálvese, mi coronel, que poco importa que se pierda el cabo Torres.”Este valiente fue ascendido luego, como premio a su indomable arrojo, hasta alcanzar el grado de coronel, que se le confirió el 25 de octubre de 1833.

jueves, 26 de junio de 2008

DIA DE LA CARTOGRAFÍA


Día de la Cartografía.

El 26 de junio de 1826 se crea el Departamento Cartográfico en Argentina.

En la imagen se pueden apreciar a los Oficiales del Estado Mayor en maniobras. Siguen en la Carta los distintos movimientos de las ejercitaciones.

Memoria de las maniobras realizadas en Sierra de los Cóndores, Córdoba, Tomo V. Gelatino Bromuro, 1925.

miércoles, 25 de junio de 2008

ANIVERSARIO DESEMBARCO INVASIONES INGLESAS


En la mañana del 25 de Junio de 1806, frente a Buenos Aires, siendo las 11 de la mañana los ingleses, después de recorrer la costa en busca del mejor lugar, empiezan el desembarco en Quilmes. Son veinte botes que van y vienen con soldados uniformados de rojo, cañones, caballos, arreos, pólvora, que depositan trabajosamente en la playa bajo una llovizna fría; un bañado los separa de la barranca. Desde allí un sargento de artillería española con cinco hombres y una de las piezas encargadas de las señales dispara el cañonazo de alarma, conforme a lo convenido, y permanece firme. Tal vez los ingleses creen que hay más tropas ocultas en los espinillos, pues se quedan en la playa, calados y ateridos. Hasta el anochecer dura el desembarco de los 1.635 hombres, con sus implementos.

Arze llega a mediodía a Quilmes con 400 milicianos elegidos entre los más dispuestos y mejor montados, a los que ha agregado cien blandengues, dos cañoncitos de a 4 y un obús de a 6. Toma posición en las barrancas junto al sargento del cañón y no hace nada, nada, en toda la tarde. Mirar, nada más. Los milicianos y blandengues desean cargarse al grupo de ateridos ingleses, que se va engrosando cada vez más, pero el subinspector sólo quiere obrar sobre seguro. Manda pedir refuerzos; y mientras vienen, seguirá esperando.

Llega la noticia del desembarco a Buenos Aires. Sobremonte manda tocar generala a las dos y media de la tarde, y la multitud vuelve a congregarse en la plaza; los milicianos reclaman armas, pero el virrey no se atreve a armar a las milicias, dirá más tarde el cabildo en su informe. Se limita a distribuirlas, desarmadas, en compañías al mando de algunos oficiales veteranos. Sólo más tarde les dará una carabina con cuatro tiros a los de caballería.


“Se tocó la alarma general – dirá Belgrano en su Autobiografía – y conducido del honor volé a la Fortaleza, punto de reunión: allí no había orden ni concierto en cosa alguna como debía suceder en grupos de hombres ignorantes de toda disciplina y sin subordinación alguna. Allí se formaron las compañías y yo fui agregado a una de ellas, avergonzado de ignorar hasta los rudimentos más triviales de la milicia”.

Sobremonte ordena que la caballería vaya al puente de Gálvez (hoy puente Pueyrredón) donde atraviesa el Riachuelo el camino del sur: son 129 hombres de a caballo, la mitad mal armados. El resto de las milicias debe concentrarse en sus cuarteles, a la espera de armas y órdenes. El virrey revista los 129 del puente, a quienes agrega un tren volante de artillería; luego vuelve a la Fortaleza a disponer se saquen los caudales para el interior, conforme a lo previsto, con una escolta de cien blandengues. Como ha cumplido su deber, se va otra vez a dormir.



Fuente: www.lagazeta.com.ar

martes, 24 de junio de 2008

PARQUE DE ARTILLERÍA


Antiguo Parque de Artillería


Preparativos para organizar el material allí guardado. El parque de artillería se encontraba en la actual plaza Lavalle, lugar en el que años mas tarde se edificaría el palacio de Tribunales. Ya por entonces constituía una zona altamente poblada y cercana al centro de la cuidad. Allí se almacenaba gran parte del material con que contaba el Ejército. Puede verse en primer plano un cañón de 75 mm. Krupp, con su avantrén enganchado a la pieza, listo para uncirle la caballada de tiro. Varios soldados, entre ellos dos muy jóvenes, llevan en sus quepíes la granada flamígera que constituía el emblema del arma. Dos viejas y grandes piezas de avancarga están montadas sobre sus cureñas. Probablemente, se trate de antiguas piezas de fundición de bronce de la Guerra por la Independencia que habrán recibido el recalibrado y rayado que se hizo a la mayoría de éstas, durante la guerra de la Triple Alianza.

Albúmica tomada en 1890 en la actual Plaza Lavalle. Archivo General de la Nación.


Fuente: “Soldados 1848-1927" Fundación Soldados.

lunes, 23 de junio de 2008

ANIVERSARIO DE LA FUNDACION DEL COLEGIO MILITAR DE LA NACIÓN


COLEGIO MILITAR DE LA NACIÓN


El 22 de julio de 1870 se funda oficialmente el Colegio Militar de la Nación Argentina. Encargado de la formación de los futuros oficiales se orienta, por igual, a la enseñanza técnico-profesional específica y a la formación humanística y ética del hombre militar, ubicado en el contexto nacional, continental y mundial.



"Si teneis perseverancia para seguir siempre adelante, un dia, el más hermoso de la vida, llegareis a la cumbre de una montaña siempre bañada por las claridades del sol: es el termino del viaje al que se llega con los cabellos blancos, a recibir allí la única verdadera compensación a todos los sinsabores de la vida, la gran recompensa con que la Patria premia a sus hijos; esta recompensa es el consuelo varonil de haberla amado siempre, sobre todas las cosas, y de haberla servido con todas nuestras energías."
De la ultima orden del General Capdevila al Colegio Militar de la Nación



"La carrera militar es una de las pocas maneras dignas de vivir la vida"

domingo, 22 de junio de 2008

ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL GENERAL RUDECINDO ALVARADO


GENERAL RUDECINDO ALVARADO


Nacido en Salta el 22 de junio de 1872. Héroe militar argentino. Adhirió a la Revolución de Mayo de 1810.

En 1812 participó en la batalla de Tucumán y, al año siguiente, en la de Salta, en ambas ocasiones a las órdenes del general Manuel Belgrano. Formó parte de la escolta de Juan Martín de Pueyrredón. Con José Rondeau se batió en Sipe Sipe. En agosto de 1816, junto a San Martín atravesó los Andes.En 1818 se distinguió en Chacabuco; mandando el ala izquierda del Ejército que aseguró la independencia chilena, obligó al famoso regimiento de Burgos a rendirse por vez primera en Maipú. Su sereno coraje ante el desastre de Cancha Rayada salvó a gran parte del ejército. Creó la campaña al sur de Chile, para luego retornar a Mendoza para descansar sus tropas y obtener nuevos reclutas. Intrépidamente recruzó los Andes hacia Chile. Organizo un ejército para la futura empresa de San Martín en el Perú, en prevención de que sus tropas se contagiaran de los motines de Cuyo.En 1820 pasó a ser comandante del famoso regimiento de granaderos a caballo. En el Perú operó junto a Tomás Guido representando a San Martín en las reuniones previas a las negociaciones de Punchauca.

Fue jefe del Estado Mayor de San Martín cuando Lima fue ocupada. Permaneció al frente del ejército unido tras la renuncia y partida de San Martín del Perú.

En octubre de 1822 emprendió la previamente planeada expedición de los puertos intermedios peruanos, con desastrosos resultados; sin embargo, tanto el gobierno peruano como Bolívar, lo excusaron. Nombrado gobernador del Callao, hubo de hacer frente a una rebelión de la guarnición, que lo retuvo prisionero hasta después de la batalla de Ayacucho (1824).

Fue remitido a los españoles, se fugó, junto con otros prisioneros patriotas, al conocer las noticias sobre la victoria de Sucre en Ayacucho, para levantar a los bolivianos contra los realistas que quedaban. A su retorno a Lima, ya ganada la independencia, Alvarado recibió de Bolívar los más altos honores, incluyendo el grado de gran mariscal del Perú. Vuelto a la Argentina, Alvarado obtuvo distinciones y cargos, pero pronto comenzó su oposición a Rosas y a los caudillos locales.

En 1831 Quiroga lo obligó a exiliarse mientras era gobernador de Salta. En 1848 regresó, a su provincia natal con permiso especial de Rosas. Después de Caseros reanudó su vida pública. En 1854 fue nombrado ministro de la Guerra en el gobierno de Justo José de Urquiza (1853-1860), conforme a la nueva Constitución de 1853.

Renunció para reasumir la gobernación de su provincia. Hasta sus últimos días. Murió en Salta en 1872.

sábado, 21 de junio de 2008

ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL TENIENTE GENERAL LUIS MARIA CAMPOS


TENIENTE GENERAL LUIS MARÍA CAMPOS



En el día que se cumple un nuevo aniversario del nacimiento de este heroico soldado, ejemplo de lealtad y valor, Creador de la Escuela Superior de Guerra, aquí nuestro respetuoso homenaje.


La batalla de San Ignacio fue librada entre la vanguardia del Ejercito Nacional a las órdenes del coronel D. José Miguel Arredondo y los rebeldes mendocinos mandados por el célebre Juan Saá, conocido con el temible mote de “Lanza Seca”.

Marchaba con las tropas legales una parte del bizarro 6º de Línea, con el Comandante Luis María Campos quien, deseoso de iniciar la victoria a su favor, cargó a la bayoneta contra la artillería enemiga.

En medio del entrevero un mendocino gigantesco le apoyó el fusil en el pecho e hizo fuego dándole apenas tiempo para desviar el arma con el sable, pero sin poder evitar que el fogonazo le quemara la cara, los ojos, y la bala le matara el caballo.

Al verlo caer, los artilleros se abalanzaron sobre él, para ultimarlo, pero no habiendo contado con que las lucientes bayonetas de los veteranos del 6º siempre estaban prontas para socorrer a su jefe y se trabaron a su alrededor en un terrible duelo al arma blanca.

Ganada la acción en todo el frente y perseguidos los rebeldes, un soldado paraguayo se acercó a Campos y le dijo entre risueño y cariñoso:



-Che comandante, me debes la vida; ni ¡Ay! Le dejé decir al colorado que te pegó el tiro.



El animoso jefe por toda la respuesta abrazó al fiel soldado que no abandonó a su jefe ni en la hora postrera, pues, cuando fueron llevados a su última morada los restos del Teniente General Campos, un viejecito encorvado llevaba una de las cintas del féretro. Era Ciraco Ortiz, su salvador en San Ignacio.


“Estudiar es progresar, la paz tiene también sus grandes batallas y sus altos triunfos radicados en la escuela, en los libros y en los campos de maniobras” Tte. Gral. Luis M. Campos.




Fuente: Juan Román Silveyra, Anecdotario Histórico Militar, Ediciones Argentinas Brunetti.

viernes, 20 de junio de 2008

DIA DE LA BANDERA


20 de junio: Día de la Bandera

En un nuevo aniversario de su fallecimiento, rememoramos la vida y obra del general Manuel Belgrano, creador de la Bandera, uno de nuestros principales símbolos nacionales.


Su historia.

La bandera argentina fue creada por el General Manuel Belgrano el 27 de febrero de 1812, durante la gesta por la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata; Belgrano tomó los colores (Azul celeste y blanco) de la escarapela que ya estaba en uso que provenían de los colores Borbónicos de la casa de Fernando VII. La primera vez que la bandera se izó en Buenos Aires fue el 23 de agosto de 1812, en la torre de la iglesia de San Nicolás de Bari, donde hoy se encuentra el Obelisco.

La Asamblea de 1813 promovió en secreto su uso, pero no produjo normas escritas al respecto. El Gobierno no deseaba insistir en ese momento con símbolos independentistas.

Tras la declaración de independencia el 9 de julio de 1816, la bandera azul celeste y blanca fue adoptada como símbolo por el Congreso el 20 de julio de 1816; el Congreso le agregó el sol el 25 de febrero de 1818.

El 8 de junio de 1938, con aprobación del Congreso, el entonces Presidente de la Nación, Roberto M. Ortiz, promulgó la ley 12361. Esta dispone que el 20 de junio es el Día de la Bandera y lo declara feriado nacional, como homenaje a Manuel Belgrano (Fallecido el 20 de junio de 1820).

La Bandera Argentina está compuesta por tres franjas horizontales de igual tamaño, la superior y la inferior de color azul celeste, y la central blanca; en el centro, un sol amarillo oro.

Las medidas de la Bandera Oficial son 1,40 m de largo por 0,90 m de alto (Es decir, una proporción 9/14).

Los argentinos llamamos simplemente celeste al tono claro de azul de nuestra bandera (en inglés, el adjetivo cerulean significa lo mismo, “color del cielo”). De modo que celeste y blanca es más frecuente que azul y blanca al referirnos a la bandera. Más allá de esta definición, se ha debatido desde siempre cuál sería el tono exacto de este celeste o azul claro.

Cuando la nueva bandera flameó frente al Paraná, Belgrano dijo a los soldados:


"Esta será la divisa con que marcharán al combate los defensores de la patria".


Recordemos Siempre nuestro Juramento a la Patria, de seguir constantemente su Bandera y defenderla hasta perder la vida.

jueves, 19 de junio de 2008

ANIVERSARIO REGIMIENTO DE CABALLERÍA LIGERO 3 "CORACEROS GENERAL PACHECO"


Regimiento de Caballería Ligero 3 “Coraceros Grl Pacheco”
Esta unidad de caballería, creada ante la inminente guerra con el imperio del Brasil, es conocida, por su mítica participación en la Campaña del Desierto, como “el 3 de fierro”. Vaya nuestro cordial saludo a todos sus integrantes, siempre tan hospitalarios con los visitantes de Esquel.

Su historia
De acuerdo a la "Reseña Histórica y Orgánica del Ejército Argentino", publicada por el entonces Comando en Jefe del Ejército (1971), el Regimiento 3 de Caballería de Línea fue creado el 01 de marzo de 1826 por el Presidente Rivadavia, al designar al Coronel Manuel Escalada como Jefe de la Unidad.
Con anterioridad y a partir del 10 de junio de 1823, la Junta de Representantes de la Provincia de Buenos Aires había creado un tercer regimiento de Caballería, que se hizo efectivo el 29 de octubre de 1824, denominado "Coraceros Defensores de Buenos Aires", cuyo Jefe fue el Teniente Coronel Juan Lavalle.
Este regimiento se transformó en "Regimiento 7 de Caballería de Línea" el 10 de julio de 1826, meses después que el Presidente de la República creara el C3 Nacional. Este aspecto aclara la continuidad histórica del Regimiento Provincial de Coraceros de 1823, luego C7 Nacional.
El Teniente Coronel Angel Pacheco, que había sido inicialmente designado 2do Jefe, se hizo cargo de la Jefatura del C3 por estar el Coronel Escalada en Comisión en Entre Ríos.
La organización inicial, que contó con un núcleo de sargentos y cabos del extinguido Regimiento de Granaderos a Caballo, estuvo constituido con una Plana Mayor y dos escuadrones de dos compañías cada uno. Integró el Ejército que a órdenes de Alvear marchó al Uruguay durante la guerra con el Brasil, donde intervino entre otros acontecimientos, en la batalla de Ituzaingó y Combate de Camacuá.
Regresó a Buenos Aires, protegiendo la frontera oeste de la provincia, integró las tropas que marcharon contra el General Paz en Córdoba y al regresar a Buenos Aires se transformó en C1 Provincial.
En 1833 (expedición de Rosas al Desierto) se incluyó el 5to Escuadrón del C3 de Campaña (Regimiento de Milicias Provincial de Buenos Aires) creado en 1816 y sin continuidad histórica con el C3 Nacional de 1826.
Terminada la expedición de Rosas, el C3 de Milicias de Campaña se incorporó al Ejército de Oribe en lucha contra Lavalle, asistiendo a las batallas de Quebracho Herrado y en 1842 a la de Arroyo Grande.
Estuvo presente durante las acciones del bloqueo anglo francés en 1845 y en Caseros, el 3 de febrero de 1852, en el bando rosista. Aquí termina la trayectoria del C3 de campaña de Buenos Aires.
Años después, surgió la "Guardia Nacional" de la provincia, continuadora de las milicias. En 1860 existió un C3 de Guardia Nacional, en la zona de Pilar, Zárate y Baradero.
Dentro de la Confederación Argentina, bajo la presidencia del Brigadier General Urquiza, se creó desde 1854 un Regimiento 3 de Dragones en San Rafael, Mendoza.
Al mismo tiempo y dentro de la Caballería de la Provincia de Buenos Aires (separada de la Confederación) existió el Número 3 de Caballería en 1855 (Húsares del Plata), con guarnición en la frontera norte, unidad que combatió en Cepeda y en Pavón en 1859 y 1861 respectivamente.
Este regimiento continuó existiendo cuando Mitre asumió la presidencia y en 1862 junto a otras tropas ocupó Rosario, y en 1864 Junín.
Participó en la Guerra del Paraguay, luchó en la batalla de Tuyutí (24 de mayo de 1866) y en el campo atrincherado de Humaitá.
Volvió luego a ocupar la línea de frontera en Junín y en 1870 y 1873 integró las tropas que enfrentaron las revoluciones de López Jordán en Entre Ríos.
En 1876 alcanzó Trenque Lauquen, a fin de contribuir a la fundación del pueblo, hoy importante ciudad.
Por esos años era su Jefe el Coronel Conrado Villegas, oficial superior de gran prestigio y experiencia.
El Comandante Prado, en su libro "La Guerra al Malón" lo describe como hombre de coraje, al mando del "3 de fierro", montado en soberbios tordillos, terror de los audaces nativos.
En 1879 participó en la gran expedición para ocupar el territorio nacional, conducido por el General Roca, marchando y combatiendo entre la zona de confluencia del Limay y el Neuquen.
En 1880 marchó a Buenos Aires, para reprimir a la revolución porteña y luego de una corta comisión en Corrientes volvió a la Patagonia.
Desde marzo de 1898 ocupó San Martín de los Andes, que contribuyó a fundar.
En enero de 1907 se trasladó a Concordia y desde Junio de 1913 a Gualeguay. Años más tarde a la Guarnición Gualeguaychú, denominándose "Brigadier General Martín Rodriguez". En 1964, de acuerdo al plan de reestructuración del Ejército, se trasladó a Esquel, denominándose la unidad "Regimiento de Caballería de Montaña 3", a las órdenes del Teniente Coronel Orlando A. Gutiérrez.
Con posterioridad se lo denominó "Coraceros General Pacheco".
Transformado en "Destacamento de Exploración de Caballería Blindada 181 (C3), se mantiene en su guarnición patagónica, siendo su última denominación "Regimiento de Caballería Ligero 3 "Coraceros General Pacheco".

Fuente:


miércoles, 18 de junio de 2008

COLEGIO MILITAR DE LA NACIÓN


SU HISTORIA.

En 1869, aún no acallados los ecos de la Guerra del Paraguay, siendo Presidente de la Nación Domingo Faustino Sarmiento, surgió la inquietud de organizar un instituto de formación de oficiales para el Ejército. La idea no era nueva, pues varios ensayos se habían hecho en ese sentido desde los días de mayo de 1810, sin embargo todos ellos tuvieron corta existencia.
Unos años antes, en 1860, en un mensaje que Derqui leyera ante el Congreso de Paraná como Presidente de la Confederación, hizo una serie de consideraciones sobre la necesidad de crear una escuela militar, si bien lamentó los inconvenientes e imposibilidad de organizarla en ese momento.
El 9 de agosto de 1869 cuando aún no había cumplido el primer año de su mandato constitucional, Sarmiento envió un mensaje a la Cámara de Diputados adjuntando un proyecto para la creación de una escuela castrense que proveyera de oficiales altamente capacitados para mandar al Ejército.
Así el Congreso se abocó al estudio del mismo y tras algunos debates fue aprobada la Ley por ambas cámaras con el número 357 que autorizó al Poder Ejecutivo para la formación de una escuela militar.
Promulgada el 11 de octubre de ese mismo año esa Ley 357 se convirtió en la piedra fundamental del Colegio Militar de la Nación.
De inmediato el gobierno designó una comisión militar especial a efectos de proponer el reglamento y plan de estudios de la nueva escuela. Se recurrió para esta tarea a un selecto grupo de oficiales, veteranos de muchas campañas y que habían acreditado destacadas condiciones intelectuales; eran ellos el Brigadier General D. Emilio Mitre, el General D. Indalecio Chenaut, el Coronel D. Mariano Moreno, el Coronel D. Juan F. Czetz y el Sargento Mayor V. L. Peslouan.
Cerca de dos meses llevó a la comisión completar la tarea, que permitió al P.E. dictar un decreto el 22 de junio de 1870, oficializando lo propuesto. Dicho documento, firmado por el presidente Sarmiento y refrendado por el Ministro de Guerra General Martín de Gainza, designó como cuartel del Colegio Militar al edificio que sirviera de residencia a Juan Manuel de Rosas y al mismo tiempo nombra Director del Colegio Militar al Coronel de origen húngaro D. Juan F. Czetz y a los primeros oficiales.
El edificio, que desde Caseros había sido destinado a distintos menesteres en forma temporaria, era de estilo colonial y de grandes proporciones para la época. En sus aulas y recintos se mantenían aún, muebles, estufas, alfombras, arañas y espejos que ornamentaron el lugar en tiempos de su primitivo propietario. Algunos de ellos, como un conjunto de rojos sillones de jacarandá, un escritorio de caoba, una cómoda y una caja de caudales, forman hoy el mobiliario del museo que funciona en la casa histórica de Caseros, dentro del predio del Colegio Militar en El Palomar.
El edificio se erguía al N.O. de la ciudad, distante de ella cerca de una legua, en los terrenos limitados por el arroyo Maldonado y el Río de la Plata. Su construcción databa de 1838.
La primera tarea del flamante director, el Coronel Juan F. Czetz, fue la adaptación de las instalaciones para la nueva función. Meses más tarde, el 19 de julio de 1870, ingresaba el primer alumno del Colegio, Ramón L. Falcón.
Este edificio, que había sido construido para albergar a una familia y al personal de servicio, llegó a cobijar en 1892 a 118 cadetes a los que había que agregar el cuadro de oficiales, el claustro de profesores y el personal de tropa y servicio.
Por espacio de 22 años, el caserón de Palermo de San Benito sirvió como cuartel del Colegio Militar y 17 promociones de oficiales egresaron de sus aulas, antes de ser abandonado en 1892 en búsqueda de mayor espacio.
Para entonces, el Colegio habría alcanzado un alto prestigio académico, formando a los cadetes en un riguroso secundario que, por la época, se consideraba de excelencia y se ubicaba entre las mejores academias militares del mundo
La nueva sede se fijó en la localidad de San Martín, donde hoy se encuentra el Liceo Militar General San Martín. Ese ámbito, al igual que el primero, no fue construido al efecto sino que se aprovechó una edificación ya existente destinada anteriormente a un Colegio de Artes y Oficios. El reacondicionamiento se efectuó con sendas partidas presupuestarias otorgadas a ese efecto por el Congreso.
Más allá de la importancia de la nueva sede en San Martín, pronto las limitaciones de la construcción evidenciaron la necesidad de buscar un espacio especialmente diseñado. Así surgió el proyecto para construir la sede definitiva del Colegio que se hará realidad en el año 1937. Los viejos campos del Palomar de Caseros fueron los elegidos, considerados un espacio ideal por su amplitud y cercanía a la Capital Federal.
La piedra fundamental del nuevo edificio fue colocada por el General Pablo Ricchieri en 1904. Sin embargo, recién en 1921 bajo la presidencia de Hipólito Irigoyen, comenzaron efectivamente los trabajos de construcción.
Se adjudicaron las obras del pabellón "Dirección" a la empresa Bonnen Ibero, Parodi y Figini, iniciándose los trabajos el 19 de julio, con asistencia del entonces Ministro de Guerra Dr. Julio Moreno. Se descubrió en dicha oportunidad una placa adosada al "Palomar" histórico, que más tarde fue colocada al pie del busto del General de División Domingo Faustino Sarmiento, en inmediaciones del arco de entrada del Instituto.
El Ministro de Guerra que seguía de cerca los trabajos, ordenó suspenderlos en 1922 con el objeto de ampliar la capacidad del edificio para 1500 cadetes. Se encontraba ya construida para ese entonces parte de la Plaza de Armas, pavimentada con adoquinado de granito de Tandil, circundando con trazo elíptico al Palomar de Caseros.
Como consecuencia de la ampliación resultante del Plan de Obras, fue necesario abarcar la totalidad del terreno circundante, que incluía la antigua Escuela de Caballería.
A mediados de 1923 el Poder Ejecutivo aprobó el nuevo Plan de Obras, con una inversión superior a $ 13.500.000 moneda nacional que contemplaba prácticamente el actual Colegio Militar de El Palomar.
Hasta el año 1929 se asignó una partida de $ 500.000 Moneda Nacional anuales para la continuación de la obra, en cumplimiento del nuevo contrato celebrado con la "Compañía Nacional de Pavimentación y Construcciones".
En 1930, la crisis económica, obligó a paralizar las obras por total falta de recursos. Llegando así al año 1935, en el cual se reinician por parte del Presidente Justo, ex director del Colegio, quien destinó los fondos necesarios para terminar en dos años de intensa actividad la obra.
El actual edificio, menos el pabellón C de dormitorios, las tribunas laterales del Campo de Deportes, el Casino de Oficiales y la primera Capilla, fueron inaugurados finalmente el 23 de diciembre de 1937 en ocasión del egreso anual de oficiales.
Con los años esas instalaciones se fueron ampliando, hoy los cadetes cuentan con numerosos espacios para su uso, se destacan una biblioteca informatizada en permanente expansión de más de 16.000 volúmenes, aulas interactivas, aulas tácticas, laboratorios de idiomas, física, química, polígono de tiro, capilla, salas de conferencias, cine, casino y un importante campo de deportes con gimnasio cubierto, salón de complementos, esgrima y pileta olímpica climatizada.
Además el Colegio Militar tiene el privilegio de contar con un patrimonio histórico único, ya que alberga dos sitios declarados Monumentos Históricos Nacionales: el Palomar y la Casa de Caseros, testigos mudos de importantes hechos del pasado como la Batalla de Caseros, antesala de la Constitución Nacional o las conversaciones preliminares del Pacto de San José de Flores, que consolidó la unión definitiva del país.
La historia reciente encuentra al Colegio Militar en una etapa de grandes cambios, en los últimos años el Colegio Militar ha pasado a ser un Instituto Universitario que también otorga a los Subtenientes un título de grado que cuentan con el aval del Ministerio de Cultura y Educación. Así los cadetes pueden optar entre las Licenciaturas en Administración, en Enfermería Profesional o Contadores Públicos.
Otro hito importante en este proceso de cambio ha sido la incorporación de la mujer. Ellas hoy ingresan al Colegio Militar en una total igualdad de condiciones que sus pares varones, experiencia que ubica a esta institución como una de las más abiertas del mundo en su tipo.
Así llegamos al presente, que encuentra a este Instituto transitando el camino del afianzamiento y consolidación de esos cambios sin dejar de lado su finalidad esencial que es la de educación y formación de los futuros conductores del Ejército Argentino.



martes, 17 de junio de 2008

ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DEL GENERAL GÜEMES


El 17 de junio de 1821 fallece el General Martín Miguel Juan de la Mata Güemes. A consecuencia de las heridas recibidas en la noche del 7 de Junio y debilitado por la gran hemorragia. A pesar de su debilidad extrema, celebró una conferencia de paz con el General español Olañeta y alcanzó a decirle "Señor oficial, diga usted a su jefe que agradezco sus ofrecimientos sin aceptarlos. Está usted despachado".

Plan de Lucha
Martín Miguel de Güemes concibió un Plan de Lucha para defender la libertad y la independencia de las Provincias que formarían la República Argentina. Lo primero que hizo fue crear todo un ejército, con características propias. Güemes jamás fue un jefe montonero. Lo fue de milicias, es decir de una fuerza sujeta a reglas, las que se cumplían estrictamente.
El ascendiente que tenía Güemes sobre sus milicias gauchas por su condición de caudillo y el hecho de ser, a la vez un pundonoroso militar de carrera, le permitieron ser obedecido ejemplarmente: tanto por los gauchos como por los soldados y oficiales de las fuerzas veteranas. El ejército de Güemes fue una fuerza muy disciplinada, compuesta por milicias gauchas y por militares veteranos y milicianos, que eran jefes y oficiales de las divisiones y escuadrones. Los milicianos eran convocados cada vez que se los necesitaba y ellos acudían con presteza y sin vacilar al llamado del militar-caudillo.
Güemes había realizado una guerra de recursos o de guerrillas desde 1814 (cuando fue comandante de avanzada en el Río Juramento) y hasta la victoria obtenida en el Puesto Grande del Marqués. Durante ese lapso cumplió su labor al frente de milicias gauchas auxiliando al Ejército del Norte.
A partir de 1816, cuando se le encomendó la defensa de las Provincias, la situación varió fundamentalmente. Tuvo que encarar un vasto plan de operaciones con sólo las fuerzas a su mando. Así actuó durante cinco años, hasta su muerte el 17 de Junio de 1821, conteniendo siempre las invasiones realistas.
Güemes nunca sostuvo una batalla campal al estilo clásico por que sabía bien que no contaba con fuerzas ni armamento adecuados para vencer en este tipo de combates. Imaginó otro tipo de lucha, al estilo de la guerra de guerrillas o de recursos que ya había efectuado anteriormente –secundando al ejército- pero mucho más vasta y profunda. Ya no fueron operaciones secundarias, complementarias o de avanzada, a cargo de una sola división. Fue todo un ejército, integrado fundamentalmente por milicias y que llegó a tener 6.610 hombres, con el que enfrentó a calificadas fuerzas regulares, compuestas también por miles de soldados.
La zona de los combates fue muy grande. Se extendía desde el extremo sur de la actual Bolivia hasta el Río Juramento, de norte a sur, y desde la zona de San Pedro de Atacama (hoy pertenece a Chile) hasta el departamento de Orán, de oeste a este. Alrededor de 150.000 Km2. A veces el enemigo penetró simultáneamente por distintos pasos pero como el prócer tenía adecuadamente distribuidas sus fuerzas y contaba con exploradores y partidas volantes, siempre había milicianos en condiciones de enfrentar al invasor o de requerir los auxilios necesarios.
Dentro de este extenso escenario la forma de obrar de las fuerzas de Güemes fue la siguiente: atacar por los flancos y la retaguardia, inmediatamente después que el ejército enemigo comenzaba la invasión. El ataque tendía siempre a ser sorpresivo y estaba a cargo de grupos o partidas que se retiraban antes de que el enemigo pudiera organizar la defensa. Los ataques se repetían una y más veces, de día y de noche, mientras avanzaba el invasor. Cuando éste se detenía y destacaba una o más divisiones en busca de alimento, eran acosadas constantemente por los gauchos. En algunos casos, cuando las partidas que destacaba no tenían muchos soldados, había enfrentamientos en campo abierto y más de un triunfo completo de las milicias gauchas. En tales ocasiones los vencedores regresaban con algunos prisioneros y era raro el soldado enemigo que retornaba al lugar donde había acampado el invasor.
Cuando el invasor había sido contenido, varios escuadrones de gauchos ya estaban preparados para actuar durante la retirada del enemigo. Y nuevamente ocurría el ataque por los flancos y la retaguardia, de día, de noche, en marcha o durante el descanso y durante todo el tiempo que los realistas tardaban en evacuar el territorio salto jujeño.
Así fueron rechazadas todas las invasiones. Desde que Güemes estuvo a cargo de la defensa, la primera invasión fue la comandada por el general José de la Serna, quien llegó de España a fines de 1816 con oficiales y tropas que habían vencido a fuerzas de Napoleón Bonaparte. Fue la invasión más tenaz y durable. El invasor creyó que en menos de un año llegaría triunfante a Buenos Aires. El 22 de setiembre de 1816, a los cinco días de haber desembarcado en el puerto de Arica, La Serna escribía al virrey Pezuela: “Creo podría lisonjearme al asegurar a V.E. formaría un cuerpo de ejército capaz de entrar a Buenos Aires para el mes de mayo del próximo año”. Lo que realmente ocurrió fue que en mayo de 1817 José de la Serna y su ejército emprendían la retirada desde el Valle de Lerma (Salta) ante la imposibilidad de superar la acción defensiva de las milicias gauchas de Güemes y dadas las constantes bajas que sufrían. Lo mismo ocurrió con los demás ejércitos invasores que siguieron sus pasos. Ninguno pudo atravesar la Intendencia de Salta.

Fuente: Lic. Luis Oscar Colmenares

lunes, 16 de junio de 2008

ANIVERSARIO DE LA DIRECCION DE SANIDAD


DIRECCION DE SANIDAD DE EJÉRCITO.

En reconocimiento de la labor cotidiana que llevan a cabo, saludamos a todos los integrantes de este órgano encargado del funcionamiento de los servicios de sanidad, cuyo origen se remonta al 16 de junio de 1810, fecha en que el Dr. Juan Madera fue nombrado cirujano primero del Ejército del Norte.


Fuente:
Ejercito Argentino.

domingo, 15 de junio de 2008

DIA DEL PADRE


Escapando a lo habitual, en el día del Padre, aqui un pequeño homenaje a todos aquellos padres cuya presencia fisica esta entre nosotros, como para aquellos cuyo recuerdo y cariño lo guardamos en la intimidad de nuestro corazón. Aquellos que con su ejemplo marcaron nuestro camino, y que día a día nos siguen enseñando y guiando para ser hombres de verdadero provecho y patriotas.



Carta del Vicecomodoro Juan José Ramón Falconier, fallecido en las Islas Malvinas el 7 de junio de 1982, a sus hijos.


"A Noqui y Mononi: Su padre no los abandona, simplemente dio su vida por los demás, por ustedes y vuestros hijos...y los que hereden mi Patria.Les va a faltar mi compañía y mis consejos, pero les dejo la mejor compañía y el más sabio consejero: A Dios; aférrense a El, sientan que lo aman, hasta que les estalle el pecho de alegría, y amen limpiamente, es la única forma de vivir la "buenavida" y cada vez que luchen para no dejarse tentar para no alejarse de El, para no aflojar, yo estaré junto a ustedes, codo a codo aferrando el amor.Sean una "Familia" respetando y amando a mamá, aunque le vean errores, sean siempre "uno", y siempre unidos.

Les dejo un apellido, FALCONIER, para que lo lleven con orgullo y dignifiquen, no con dinero, ni con bienes materiales, sino con cultura, con amor, con la belleza de las almas limpias, siendo cada vez más hombres y menos animal, y por sobre todo, enfrentando la vida con la verdad, asumiendo responsabilidades aunque les cueste sufrir sinsabores, o la vida misma.

Les dejo:

Muy poco en el órden material.

Un apellido, "FALCONIER"

DIOS (ante quien todo lo demás no importa)

Papá.


P.D.: Para que mis hijos lo lean desde jóvenes y hasta que sean viejos, porque, a medida que pasan los años, adquieren experiencia. o tengan hijos, le irán encontrando nuevo y más significado a estas palabras que escribí con amor de padre."

sábado, 14 de junio de 2008

LOS GRANADEROS


Los Granaderos.


"Esta misma era siempre la vida de los granaderos. Los cuerpos de infantería se apoderaban siempre de los pueblos que tomaban los granaderos y a los cuales éstos entraban por una punta para salir por la otra a gozar de los aires puros del campo, mientras los demás cuerpos quedaban a recibir toda clases de obsequios, de festejos, bailes, etc.

Así sucedía que los oficiales de granaderos eran poco conocidos en la sociedad, pero muy conocidos por su alta reputación, debido a sus hechos extraordinarios."

Manuel Alejandro Pueyrredón - Campañas de Ejercito de los Andes.

viernes, 13 de junio de 2008

DIA DEL MINISTERIO DE DEFENSA


HISTORIA.
Con la lucha emancipadora que da origen al nacimiento de la Patria en 1810, comienzan a organizarse - bajo el mando de grandes próceres como el General Don José de San Martín y el Almirante Guillermo Brown -, las manifestaciones iniciales de lo que luego serían el Ejército y la Armada nacional
Paralelamente se esbozan las primeras formas de organización política de la Defensa. Si bien la Primera Junta ejerció el mando militar por intermedio de su presidente Cornelio Saavedra -a quien se le confiere el cargo de Comandante General de Armas-, el primer antecedente del actual Ministerio de Defensa es el Departamento de Gobierno y Guerra.
El 28 de mayo de 1810 se creó el Departamento de Gobierno y Guerra, siendo éste el primer antecedente del actual Ministerio de Defensa. Por lo tanto el mismo tiene vigencia desde el tercer día de la Revolución de Mayo.



La historia de un Ministro.

Bajo la presidencia del Gral. Roca, ante los riesgos de algunos conflictos fronterizos, éste con patriótica previsión, encomendó al Gral. Pablo Ricchieri (Ministro de Guerra), que viajara a Alemania y adquiriera 40 mil máuser para equipar convenientemente al Ejército. El general Ricchieri formalizó rápidamente la compra de los máuseres con las fábricas alemanas. En la entrevista final, se le acercó un representante de los fabricantes, quien le presentó un sobre y le expresó: 'General, los fabricantes me han encomendado que le entregara este sobre con el importe de la comisión que le corresponde por su intervención',Ricchieri abrió el sobre y encontró un cheque de un considerable monto. Sin titubear, tomó el cheque, lo endosó y se lo devolvió al funcionario diciéndole: 'Mande 3 mil máuseres más'.

jueves, 12 de junio de 2008

CAZADORES DE LOS ANDES


Regimiento de Infantería Cazadores de los Andes hacia 1816 cargando, bayoneta calada, contra el enemigo.

Ilustración de Eleodoro Marenco.



Yo tenía un camarada.

!Nunca lo hallaré mejor!

Que en la gloriosa jornada

iba, firme la pisada,

al redoble del tambor.


¡Una bala, compañero!

-¿Para quién de los dos es?

Era el dialogo postrero,

y bajo el plomo certero

cayó tendido a mis pies.


Hace un esfuerzo, y en vano,

quiere mi mano estrechar.

-¡Duerme en paz, querido hermano!

La Patria quiere mi mano

para volver a atacar.


¡Gloria! ¡Gloria!

¡Gloria y victoria!

Con el cuerpo con el alma,

con las armas en la mano,

por la Patria.

miércoles, 11 de junio de 2008

ANIVERSARIO DE LA CONQUISTA DEL DESIERTO.


CONQUISTA DEL DESIERTO

Entre el 10 de abril y el 2 de mayo de 1879, se ponen en marcha las columnas afectadas al plan del ministro de Guerra, general Julio Argentino Roca, cuya campaña al desierto tenía como objetivo extender la frontera hasta la línea de los ríos Negro y Neuquén y ocupar el territorio sin que quedaran indiadas hostiles en la retaguardia. El 11 de junio, se alcanza la confluencia de los ríos Limay y Neuquén.


UN RELATO DE AQUELLOS BRAVOS.

El Capitán D. Emilio Crouzielles, oriundo de Santa Fe fue destacado con el Teniente 2º D. Nicanor Lescano y de 46 hombres para batir un malón que había hecho sentir sus gritos de guerra por los valles del Río Negro.

Adelantado el Capitán con 10 soldados les dio alcance cerca de la frontera chilena en un lugar denominado Pulmary. Al entrar en un desfiladero lo atacaron de improviso 100 indios. La lucha era tremenda y desigual cuando llegó en su ayuda el Teniente Lescano con cinco hombres; pero asimismo la superioridad numérica del enemigo era aplastante.
Viendo el valiente Crouzielles que no hay salvación para los suyos se pone a su frente y en medio del griterío de los bárbaros les dice:

- ¡A morir muchachos; sólo así han de alabarse de nosotros! ¡Viva la República Argentina!

La última carga fue arrolladora y permitió a la mayoría de sus soldados huir con vida del lugar, pero quedaron en el campo el bravo Capitán, el Teniente Lescano, el Soldado Carranza y un indio baqueano.
Cuando se recogió el cadáver de Crouzielles todavía empuñaba en su diestra el cuchillo de campaña tinto en sangre.
A su alrededor quedó el tendal de indios y de lanzas tronchadas, como prueba de la lucha desesperada que mantuvieron hasta morir, estos cuatro héroes que se inmolaron en aras de la grandeza de la Patria.

Fotografía: Formación en el páramo, Conquista del Desierto 1879. Archivo General de la Nación.


Fuentes:
www.ejercito.mil.ar
Juan Román Silveyra, Anecdotario Histórico Militar, Ediciones Argentinas Brunetti.

martes, 10 de junio de 2008

DIA DE LA AFIRMACION DE LOS DERECHOS SOBRE LAS ISLAS MALVINAS


Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos Sobre las Islas Malvinas.


Decreto del gobierno de Buenos Aires sobre la administración de las Islas Malvinas, 10 de Junio de 1829.

En su texto dice: "1°, Las islas Malvinas, y las adyacentes cabo de Hornos, en el mar Atlántico, serán regidas por un comandante político y militar, nombrado inmediatamente por el Gobierno de la República. 2°, La residencia del comandante político y militar será en la isla de la Soledad; y en ella se establecerá una batería, bajo el pabellón de la República. 3°, El comandante político y militar hará observar por la población de dichas islas las leyes de la República, y cuidará en sus costas de la ejecución de los reglamentos sobre posta de anfibios."

A 179 años, no renunciamos. Por eso decimos:

¡FUERON, SON Y SERÁN ARGENTINAS!

¡GLORIA A LOS HEROES DE MALVINAS!

Carta de un soldado a su padre...

Querido Papá:

Cuando recibas esta carta yo estaré rindiendo cuentas de mis acciones a Dios, nuestro Senor; El que sabe lo que hace. Así lo ha dispuesto: que muera en el cumplimiento de la misión. Pero fijate vos qué misión. ¿Te acordas cuando era chico y hacía planes, diseñaba vehículos y armas, todo destinado a recuperar las Islas Malvinas y restaurar en ellas la soberanía? Dios, que es un Padre generoso, ha querido que éste, su hyo, totalmente carente de méritos, viva esta experiencia única y deje su vida en ofrenda a nuestra Patria.

Lo único que a todos quiero pedirles es, primero: que restauren una sincera unidad en las familias bajo la cruz de Cristo; segundo: que me recuerden con alegría y no que mi vocación sea la apertura a la tristeza, y muy importante, que recen por mí.

Papá, hay cosas que como en un día cualquiera, se dicen entre hombres, y que hoy debo decírtelas: gracias por tenerte de modelo de hombre bien nacido, gracias por creer en el honor; gracias por tener tu apellido, gracias por ser católico, argentino, hijo de sangre española, gracias por ser soldado, gracias a Dios por ser como soy y que sea fruto de ese hogar donde vos sos el pilar. Hasta el reencuentro sí Dios lo permite.

Un fuerte abrazo.

Dios y Patria o Muerte.

Roberto (Teniente Roberto Estévez).

Recordar a nuestros Heroes es hacer Patria. Rindamosle el homenaje que ellos merecen y hagamos una patria mejor para todos.


Ejercito Nacional.

lunes, 9 de junio de 2008

UN INFANTE...


Los otros días, Tata Dios me requería, mate de por medio, ya que es criollo, ¿Lo sabían...?

-Diga che...

-¡¡Mande Jefe!!

-De volver a vivir ¿Qué querrías? Te cuento que sólo por si acaso...

-¿Yo?

-Si Vos, ¿Qué querrías?

-¡Ser otra vez Oficial de Infantería!

- Y… ¿Por si acaso...?

- ¡Otra vida de pasiones, poesías y balazos!

Hasta aquí- preguntó Dios- ¿Cómo vendrías?...

- Por la ancha Avenida de la Gloria, honrado el juramento a la Bandera, Formado entre los héroes de la historia, altivo el gesto, fija la bayoneta, Rindiendo Honores, al Padre de la Patria.
¡Fusil al hombro!... ¡A compás!... ¡Vista derecha!...

-¿Algo más descarado?... ¿Quizás un tanto diferente?.

-No Dios, demasiado ya me has dado... en todo caso...
¡Otro poco de Gloria solamente!

Fuente: Mayor Luis Daniel de Urquiza.-

domingo, 8 de junio de 2008

ANECDOTAS DE LA HISTORIA


EL MAYOR LEVALLE Y EL "5º DE FIERRO"

De numerosos militares argentinos quedaron gestos o expresiones que aseguraron su ingreso en la historia con recuerdos memorables.
El día 9 de diciembre de 1873 se libró, en la provincia de Entre Ríos, en las inmediaciones de un arroyo cerca de Nogoyá, la batalla que recibiera el nombre de Don Gonzalo (nombre del arroyo donde se produjo la acción) entre Unitarios y Federales. Esta tuvo por consecuencia la derrota del caudillo Ricardo López Jordán frente a las fuerzas nacionales, al mando del general Martín de Gainza.
El mayor Nicolás Levalle al mando del “5° de Fierro”, tenía orden de cargar al oponente. A punto de hacerlo, recibió la contraorden del general Gainza: Debía replegarse. Levalle la ignoró y continuó los aprestos.
El general despachó un ordenanza reiterando el parte, que el subordinado otra vez desoyó.
Impaciente, Gainza envía otro ayudante con una orden perentoria:

“Mayor Levalle, desista del ataque o le mando pegar cuatro tiros”.

Levalle vuelve a hacer oídos sordos, arremete al frente de sus hombres –eran infantes; en esa época, el jefe debía marchar montado– y recibe un disparo en la rodilla. Impávido, chorreando sangre, continúa la carga, que dura varias horas, y concluye por aplastar la resistencia de los adversarios. Al final, con el último aliento, se presentó al general Gainza:

“Señor, vengo a que me pegue los tres tiros que faltan; el cuarto me lo dieron en la batalla”.


Fuente:
Capitán Juan Norberto Rubio Larreta. (Con modificaciones de este Blog).

sábado, 7 de junio de 2008

ANIVERSARIO COMPAÑÍA DE CAZADORES DE MONTAÑA 8


COMPAÑÍA DE CAZADORES DE MONTAÑA 8 "Tte 1ro IBAÑEZ"


Puente del Inca es una localidad del Departamento de Las Heras, provincia de Mendoza. Se encuentra ubicada a 175 Km al oeste de la ciudad capital de la mencionada provincia, a 17 Km del límite internacional con la República de Chile y a 2750 mts sobre el nivel del mar.
En este lugar y a partir del año 1946 comienza a funcionar el Refugio Militar "Grl San Martín", dependiente del Destacamento Militar Escuela, con asiento en la localidad de Uspallata, a 80 Km de Puente del Inca.
Sus jefes eran oficiales destinados en dicho Destacamento, que cumplían ese cargo por el término de tres meses; comisión que era anotada en sus legajos como Jefe de Destacamento de Frontera, siendo su fuerza efectiva un oficial subalterno, dos suboficiales y diez soldados.
A partir de 09 de junio de 1948, por Boletín Militar Secreto del 07 de junio de 1948. Se organiza con carácter experimental en la Agrupación de Montaña Cuyo, la Compañía de Esquiadores de Alta Montaña - Escuela, dependiendo del Comando I Destacamento de Montaña Escuela.
Es esa la fecha que puede señalarse como el nacimiento de la Subunidad, materializándose el 01 de diciembre de 1948 a través del Decreto Nro 36.749 Anexo 2 del Poder Ejecutivo Nacional, siendo Presidente de la Nación Argentina el Tte Grl Juan Domingo Perón.
Por el Boletín Militar Secreto Nro 97 del 02 de diciembre de 1948 se crea , a partir del 15 de diciembre, la Compañía de Alta Montaña - Escuela, con asiento en Puente del Inca, dependiendo del Comando I Destacamento de Montaña Escuela; siendo su primer Jefe el Tte 1ro D Alberto Marini.
El 17 de agosto de 1950, la Ca Esq A M 8 participa en el desfile en la ciudad de Buenos Aires, conmemorando el centésimo aniversario de la muerte del Grl D José de San Martín.
El 15 de agosto de 1951 sale, en dirección a Plaza de Mulas, una patrulla compuesta por un oficial, siete suboficiales y cinco soldados, con la misión de reconocer el grado de transitabilidad de la Quebrada de Horcones, llegando a su destino el 17 de agosto. Cabe destacar que esta patrulla fue la primera en reconocer ese itinerario en período invernal.
El 16 de enero de 1952, visita la Compañía el señor Ministro del Ejército, Grl Div D Franklin Lucero, acompañado por el Cte de Agrupación de Montaña "Cuyo", Grl Br D Juan Carlos Ruda.
En 1953 la villa Eva Perón y el Km 168 quedaron aislados por grandes temporales. La Subunidad participa en el suministro de víveres a la población, actividad en la que pierden la vida el Tte de Fragata Luis Arguindegui y el Cbo 1ro Laureano Gabino Bracamonte, poniendo de manifiesto el espíritu de sacrificio propio del Soldado Argentino.
En homenaje a los caídos ese año, la Compañía organiza en diciembre un ascenso al Cerro Aconcagua, alcanzando la cumbre el 15 de ese mes.
En enero de 1955, por Resolución inscripta en el BPME Nro 2.546 cambia de denominación por la de Compañía de Esquiadores de Alta Montaña "Tte 1ro Ibañez", en honor al Jefe de la primera expedición al Himalaya, que perdiera la vida en cumplimiento del deber, el 30 de junio de 1954 en Katmandú (Nepal), en su intento de conquistar la cumbre del Monte Dhaulagiri.
El 16 de setiembre de ese año la Compañía participa de la Revolución Libertadora, dentro del marco de la Institución, desplazándose a la ciudad de Mendoza donde permaneció hasta el 24 de octubre.
Ese mismo año se bautizan los refugios de altura Cerro Aconcagua, a 6400 m con el nombre de Libertad y a 6700 m con el nombre de Independencia, siendo la base de operaciones ésta Subunidad.
El 31 de diciembre de 1960, por Boletín Confidencial Nro 280, se disuelve el Cdo I Destacamento de Montaña Escuela y la Primera Agrupación de Montaña "Cuyo", transformándose en la Octava División de Infantería de Montaña. La Subunidad pasa a depender directamente de este Comando.
Durante los años 1961 a 1965, se suceden importantes actividades de rescate y apoyo en el Cerro Aconcagua, tanto a expediciones extranjeras como nacionales, sean éstas militares o civiles.
Entre los años 1975 y 1976, parte de los cuadros y soldados de ésta Subunidad integran los efectivos para combatir en la provincia de Tucumán.
El 15 de octubre de 1976, concurre en auxilio y rescate de heridos en la zona de Los Paramillos de Cuevas, de un colectivo civil. La tarea continuó el día 16 con el rescate de cadáveres producto del accidente. Estas tarea se realizaron bajo temperaturas de 10 y 12 grados bajos cero con fuerte viento blanco debíendose aplicar técnicas de andinismo para lograr llegar al lugar del accidente (90 m de profundidad).
Como consecuencia de los problemas limítrofes con Chile, en diciembre de 1978, la subunidad se desplaza a La Laguna del Diamante, permaneciendo durante el lapso que duró la movilización.
En el año 1984, en horas de la noche, cae una avalancha sobre las dos últimas casas del barrio militar, destruyendo las mismas, falleciendo en el lugar los padres, la esposa y el hijo del Tte 1ro García Iglesias, quién salvó su vida participando junto con el personal de rescate hasta encontrar a toda su familia, motivo por el cual sufrió congelamiento en sus pies.
En enero de 1986, por Superior Resolución, la Subunidad pasa a denominarse Compañía de Cazadores de Alta Montaña 8 "Tte 1ro Ibañez".
En febrero de 1990, se realiza una expedición al Cerro Aconcagua por cuatro integrantes de la Compañía (Tte Svars, Cbo Triviño y Cbo Zap Montoya), con un mortero 81 mm y la Bandera de la Subunidad, batiéndose el récord mundial de tiro en altura con ése armamento.
Se destaca que ésta Subunidad a lo largo de su historia ha realizado ascensiones a cerros como: El Plata (6340); Banderita Norte (4000); Banderita Sur (4200); Santa Elena (5200); Penitentes (4675); Quebrada Blanca (4820); Aconcagua (6950); Almacene (5274); Tupungato (6800).
Esta Subunidad es la más avanzada de la frontera centro-oeste de la alta montaña mendocina, siendo un importante jalón de las primeras actividades de montaña de nuestro país, que además de reconocimientos, ejercicios en el terreno (estival e invernal), ha efectuado entre los años 1993 y 1994 más de cien ascensiones, entre ellas, cuatro al Cerro Aconcagua, colocando al Soldado Clase 1994 Dante Molina, en la cumbre del coloso y efectuando una ruta por el Glaciar de los Polacos, itinerario éste que por primera vez era realizado por una cordada militar.


viernes, 6 de junio de 2008

MACACHA GÜEMES


ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE MACACHA GÜEMES.


Magdalena (Macacha) Güemes de Tejada. Hermana del general Martín Miguel de Güemes, de cuya acción en pro de la independencia fue eficaz colaboradora. Nació en Salta el 11 de diciembre de 1787 y era hija de María Magdalena Goyechea y de la Corte y Gabriel Güemes Montero, tesoro de la Real Hacienda. Recibió la educación habitual para las mujeres de su época y oposición, pero poseía cualidades propias que le permitieron descollar en un medio rico en mujeres de personalidad.

El 24 de octubre de 1803 se casó con Román Tejada, perteneciente a una antigua familia de Salta.
Poco después de la Revolución de Mayo, convirtió su casa en taller para confeccionar ropa para los soldados de la partida de observación organizada por su hermano. A partir de entonces fue su más entusiasta colaboradora, y supo sacar partido de su inteligencia y su posición para desempeñar tareas arriesgadas, especialmente cuando los realistas ocupaban la ciudad de Salta y Güemes los combatía por todos los medios.

Dotada de habilidad política, la puso al servicio de su hermano en los momentos difíciles, como en 1815, cuando gracias a sus gestiones se llegó a la paz de los Cerrillos, luego de la delicada situación surgida entre Güemes y las fuerzas de Buenos Aires al mando del general Rondeau. Güemes se encontraba con ella cuando una partida realista lo atacó e hirió, en Salta, el 7 de junio de 1821, causándole la muerte en pocos días después. Macacha continuó participando en los sucesos políticos de la provincia, con la audacia que la caracterizaba.
Fue muy querida por el pueblo debido a la generosidad con que ayudaba a los necesitados. Falleció en Salta el 7 de junio de 1866. Aqui nuestro homenaje a esta gran mujer Patriota.
Fuente:
Diccionario Biográfico de Mujeres Argentina, de Lily Sosa de Newton. Plus Ultra.

jueves, 5 de junio de 2008

COMPAÑÍA DE COMANDOS 601








ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DE LA COMPAÑÍA DE COMANDOS 601

SU HISTORIA.
A partir del año mil novecientos sesenta y cuatro, en el Ámbito de la escuela de Infantería comienza la historia de los comandos del Ejército Argentino, se realizaron los primeros cursos de corta duración, que posteriormente, fueron la base para implementar el primer curso completo a partir del año mil novecientos sesenta y ocho.
La institucionalización de la Aptitud Especial de Comandos se efectuó en el año mil novecientos setenta y uno, comenzando la capacitación del personal en el exterior con la realización de cursos de formación y capacitación, que complementaron a la aptitud y sus formadores.

A partir de mil novecientos setenta y cuatro se incrementa la duración del curso y se orienta hacia las operaciones que el ejército debió encarar en el marco interno debido a la situación política y social que se vivía.
En mil novecientos setenta y cinco se revalorizan los cuadros poseedores de la Aptitud Especial y una vez declarada la Operación Independencia, son enviados a la provincia de Tucumán los primeros contingentes de comandos.
El combate de Pueblo Viejo marcó el primer hecho de armas del operativo, que constituye el bautismo de fuego de los Comandos Argentinos.
En mil novecientos setenta y ocho se organizó la primera unidad integrada totalmente por comandos; el Equipo Especial de Lucha, "Halcón 8", cuya misión estaba orientada a prevenir, neutralizar y / o aniquilar la acción de grupos armados que atentaban contra la seguridad de la población.
Sobre la base de esta unidad y respondiendo a una necesidad operacional urgente nace en el año mil novecientos ochenta y dos la Compañía de Comandos 601, siendo su primer jefe el Mayor MARIO CASTAGNETO.
Iniciado el conflicto armado del Atlántico Sur, ésta es trasladada a las Islas Malvinas; cumpliendo varias misiones de combate contra las tropas británicas. El prestigio de sus cuadros fue en aumento, la eficiencia demostrada, como así también las bajas sufridas en las numerosas misiones asignadas;pusieron de manifiesto el profesionalismo y la potencial heroicidad de los Comandos Argentinos, lograda a través de un duro entrenamiento y constante preparación psicofísica y técnica.
En enero del año mil novecientos ochenta y nueve, se produce el copamiento del Regimiento de Infantería Mecanizado Tres de La Tablada, por elementos subversivos, pertenecientes al Movimiento Todos por la Patria; y una vez más la Compañía de Comandos 601, es llamada a desempeñar un rol protagónico y decisivo. Luego de duros y encarnizados combates la subunidad cumplió la misión impuesta, sufriendo la dolorosa pérdida de dos de sus integrantes.
Las condecoraciones de la Compañía de Comandos 601 son:
- Medalla de Ejército Argentino "Campaña de Malvinas 1982",
- Medalla de la Provincia de Santa Fé, por la "Campaña del Atlántico Sur".

miércoles, 4 de junio de 2008

DIA DEL SOLDADO ARGENTINO



El día 3 de Junio se conmemora el día del Soldado Argentino. Por este motivo publicaremos un artículo que nos ha llegado el cual recuerda a uno de los tantos forjadores de Nuestra Patria.


UN SOLDADO DE LA INDEPENDENCIA
El último Soldado del General San Martín.
Reportaje de la revista Caras y Caretas de 1910.

Don Eufrasio Videla es un viejo alto, flaco, nudoso, erguido, casi tan erguido como los álamos que cortan las perspectivas en los alrededores de Mendoza. Apenas un saludo y le espeté mi invariable pregunta:

- ¿Cuántos años?

- Treinta y ocho

- ¿Nada más?

El viejo sonríe, baja la cabeza para detener la mirada en el sombrero de anchas alas, color té con leche, al que sus dedos retorcidos como sarmientos hacen girar con porfía. Pienso en que el pobre hombre ha perdido la noción del tiempo, que desvaría su cabeza, que su memoria, más flaca que su cuerpo, yace tendida bajo la nieve de muchas décadas, porque me dijeron que Don Eufrasio es hombre que ha traspuesto los cien, y recupero mi actitud de moderno inquisidor,

- ¿Treinta y ocho nada más Don Eufrasio?

Sus labios mascullan un “ciento” y sale de nuevo, bien nítido, el “treinta y ocho”.
Ahora me parecen muchos los años, mas no me detengo a aclarar el punto y prosigo el interrogatorio, haciendo que repita las respuestas dos y tres veces -y hasta cuatro y cinco-, a fin de alcanzar su sentido, pues resultan ininteligibles la mitad de las palabras en el lento balbucir de sus labios.
Dijéronme que fue soldado de San Martín, pero no estuvo en el Plumerillo, ni se acuerda del general.

-Yo estaba en San Juan, entonces, cuando decían que en su Mendoza se formaba el ejército, y pasamos por ahí arriba, por Los Patos.

- ¿Peleó usted?

- ¿Y cómo no? Ahí en el Zanjón de Maipú, cuando ya no quisieron pelear más.

- ¿Pero, se acuerda de Maipú?

- Si que me acuerdo. Fue allí, pues, la última batalla, donde se rindieron.

-¿Y cómo empezó la cosa?

-Unos cuantos días antes yo había llegado con los que salimos de San Juan. Después fueron viniendo otros grupos de prisioneros y así se fue formando el ejército. (pudiera el relato muy bien referirse a la llegada de dispersos de Cancha Rayada). Nosotros estábamos de la parte de aquí –prosigue Don Eufrasio-, y al hacerlo sale al descanso de la escalera, poniendo cara a Los Andes, -y como en la parte de allí enfrente, en un cerrito blanco, estaban los godos.

-Flojanazos, ¿verdad?

-Hum… ¡Fieros habían sido! Peleamos y peleamos y no aflojaban… Después no quisieron pelear más cuando vieron que nosotros tampoco aflojábamos. Entonces corrimos atrás pa’ que se rindieran.

-¿Y se rindieron?

-¿Y cómo no? Si ya no tenían más ganas de pelear.

-¿Y se entregaban?

-Muchos se entregaban, otros querían escapar. Pero nosotros los alcanzábamos.

-¿Y no decían nada, los españoles?

-¿Quiénes, los godos? Si, decían: “¡No mate, corcho, no mate!”, cuando los alcanzábamos.

Brillaron un punto sus pupilas, las arrugas dibujaron con gran esfuerzo una sonrisa y luego enmudeció el hombre, bajó la cabeza, y el sombrero retornó a girar entre los dedos. Lo demás que nos contó forma un maremagnum de hechos y episodios confundidos, en que se mezclan sin distinción de épocas, Rozas y Quiroga y las montoneras y la Guerra del Paraguay.

El viejecito Videla vive en la casa del ingeniero Fossati en la calle San Martín, 1778. Nos dijo este caballero que Videla no conserva papel alguno, y que las medallas que poseyó en un tiempo las ha perdido o regalado, según relato del mismo Don Eufrasio, y que el coronel Morgado, guerrero del Paraguay, lo conoció en el ejército y de aspecto casi tan viejo entonces como ahora. El gobierno de Mendoza le pasa una pequeña pensión, que le alcanza para cubrir sus modestos gastos. Lo demás se lo otorga la caridad de las personas que le recogen en su casa.

No podemos establecer a ciencia cierta si ha sido o no guerrero de la independencia porque ni siquiera la edad consta por documento público, pero si los 138 años son muchos años, es en cambio verdad que por estos pagos no son escasos los hombres de 110 o 115 años, y Videla bien puede oscilar entre estas dos últimas cifras y haber pertenecido a alguna de las milicias o cuerpos auxiliares del ejército de San Martín. Mendoza 22 de Marzo de 1910.

En la imagen el Soldado de San Martín, Don Eufrasio Videla retratado por la Revista arriba mencionada con motivo del artículo publicado.

Fuente:
Revista Caras y Caretas Nº 607 publicada el 21 de Mayo de 1910.

martes, 3 de junio de 2008

ANIVERSARIO DEL GENERAL JUAN MANUEL BELGRANO


GENERAL JUAN MANUEL BELGRANO

El 3 de junio de 1770 nace el Doctor y General Juan Manuel Belgrano. Fue un apasionado por el progreso basado en la educación popular. Luego de graduarse de abogado en España, fue secretario del Consulado de Buenos Aires y uno de los miembros de la Primer Junta de Gobierno elegida el 25 de Mayo de 1810. Nombrado por ella jefe de un ejército expedicionario al Paraguay y luego de otro al Norte, conoció la amargura de las derrotas y la exaltación de los triunfos militares. Fue un ejemplo de virtud cívica y de desinterés hacia los halagos de la fortuna. Falleció joven aún y en la pobreza el 20 de junio de 1820, cuando se iniciaba una etapa de anarquía en el país que habría de duras por décadas.



CONOCIENDO AL GENERAL BELGRANO
Después de la batalla de Vilcapugio, el 1 de octubre de 1813, en que el ejército patriota a las órdenes del General Manuel Belgrano fue derrotado por las fuerzas realistas mandadas por Pezuela, el insigne creador de la bandera, mirando con tristeza el campo cubierto de cadáveres, dijo estas palabras a los restos gloriosos de lo que fueran sus brillantes regimientos:

“¡Soldados: hemos perdido la batalla después de haber peleado tanto; la victoria nos ha traicionado pasándose a las filas enemigas en medio de nuestro Triunfo! ¡No importa! ¡Aún flamea en nuestras manos la bandera de la Patria!”

Iniciada la retirada tomó una serie de medidas tan acertadas que impidieron que prosperara la persecución realista.
El gladiador vencido, consciente de su deber, se colocó a retaguardia acompañado por dos ayudantes y un ordenanza, dio su caballo a un soldado herido y él se terció el fusil y se colocó la mochila.
Al anochecer, la tropa, cansada y con frío, ansiaba encender un cigarro, pero como se había dado la orden de no hacerlo, por precaución, nadie osaba quebrantarla. Belgrano, captando el deseo de sus hombres y deseando ahorrarles un sufrimiento más les dijo sonriendo:

“Fumen, muchachos, que si a la luz de los cigarros viene el enemigo, encontrará pitadores que le darán para tabaco.”

Ese oportuno chiste tuvo el efecto de la más vibrante arenga. Los golpes de los eslabones contra los pedernales, las chispas que salpicaron la oscuridad y el murmullo de satisfacción que recorrió las filas, dieron fe de que el buen humor y el espíritu no habían decaído, a pesar de la desgracia de la jornada.

Fuente:
Silveyra, Juan Román. Anecdotario Histórico Militar, Buenos Aires, Ediciones Argentinas Brunetti, 1958. Ejercito Nacional.