viernes, 30 de noviembre de 2012

DÍA DEL SERVICIO DE RELIGIOSO DEL EJERCITO ARGENTINO


El 29 de noviembre de 1813, la Asamblea Constituyente dio forma jurídica al clero castrense con el nombramiento del primer vicario del Ejército —hoy capellán mayor—. En este nuevo aniversario, saludamos a todos los religiosos, que animan espiritualmente a la familia militar.
La labor espiritual y las tareas pastorales llevadas a cabo por la Capellanía Mayor del Ejército, tendientes al objetivo de brindar adecuadas y positivas respuestas al sentimiento religioso que es propio de toda naturaleza humana que necesita religarse con su Creador, y presente, de manera general y específica, en los integrantes de la Fuerza- se manifiesta en numerosas acciones que cumplen tanto el Capellán Mayor como los demás religiosos que desarrollan su labor espiritual en las distintas unidades del Ejército.

1.Mantiene un continuo contacto con los demás capellanes de la Fuerza, con el objeto de conocer las necesidades espirituales y morales registradas entre el personal militar.
2. Brinda conferencias y charlas a los diferentes cuadros, de acuerdo con el organigrama previsto para cada año.
3. Realiza visitas pastorales a diferentes unidades del interior.
4. Acompañando a la Inspección General del Ejército en sus viajes de inspección.
5. Celebra el Sacramento de la Eucaristía al finalizar cada una de las visitas consignadas, y el Sacramento de la Confirmación en la Fe, en las oportunidades establecidas.
6. Mantiene una continua presencia del servicio espiritual en el Boletín de Información Público, con la finalidad de brindar una ayuda espiritual en las ocasiones apropiadas, de acuerdo con el calendario litúrgico y social.
7. Dispone la asistencia sacerdotal en las Misiones de Paz, atendiendo al concepto de que la Paz es posible, si nace del corazón del hombre.
8. Se ocupa de los proyectos referidos a la acción pastoral en los hospitales militares, y a la construcción y puesta en marcha del Seminario Castrense.
9. Coordina la realización de campamentos religiosos en diferentes unidades del país.
10. Coordina la realización de semanas religiosas.

Tareas realizadas por los capellanes de la Fuerza en distintas unidades.
1. Mantienen conversaciones informales, con el personal militar y civil, atendiendo, especialmente, las reales necesidades humanas y espirituales formuladas directamente por estos interlocutores.
2. Efectúan una presencia sacerdotal en invocaciones, misas, bautismos, primeras comuniones, casamientos y responsos, en salas velatorias y en cementerios.
3. Visitan a los enfermos, para fortalecerlos en su dolor y preservarlos en la fe y el amor a Dios, presente en cada hombre sufriente.
4. Aconsejan y preparan a padres y a niños para la Primera Comunión, y a padres y padrinos para la Confirmación.
5. Preparan a futuros contrayentes para el Sacramento del Matrimonio
6. Escuchan y aconsejan a personas que desean ser orientadas y dirigidas espiritualmente, entre ellos: organizadores e integrantes de grupos de oración, integrantes de grupos juveniles, personal de la Fuerza ya retirado, ex-combatientes, etc.
7. Realizan ceremonias de Adoración al Santísimo Sacramento de acuerdo al calendario litúrgico.
8. A pedido de los jefes de elementos, los capellanes realizan invocaciones elevando súplicas a Dios y a la Santísima Virgen, de acuerdo con los acontecimientos vividos.
9. Se celebran diversas festividades, novenas y fiestas patronales que profundizan los sentimientos religiosos, explicitados a través de diferentes liturgia.
10. Teniendo presente las fiestas importantes de la Familia Militar, los sacerdotes realizan bendiciones a uniformes, diplomas, insignias, como así también piedras fundamentales, oficinas, capillas, etc.
11. Se realizan peregrinaciones a los santuarios en donde se venera la imagen de la Santísima Virgen, como por ejemplo Nuestra Señora de Luján, de la Paz, Lourdes, Fátima, San Nicolás, Itatí, del Valle, Señor y Señora del Milagro, Las Nieves, y Shonstatt.
12. En forma individual o general, la Fuerza ha tenido la posibilidad de nutrirse religiosamente a través de distintas publicaciones en revistas, boletines, folletos y otros medios de información públicos.
13. También en determinadas ocasiones, se distribuyeron estampas, medallas y cruces.
14. Se desarrollan en diferentes unidades a lo largo del país Cursos de Cultura Bíblica, sobre temas religiosos, físicos, teológicos y espirituales.
15. Efectúan reuniones de matrimonios del Movimiento Familiar Cristiano.
16. Organizan además el Día del Retiro Espiritual.

En la imagen: Misa de Campaña en las Islas Malvinas.

Fuente: www.ejercito.mil.ar

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jueves, 29 de noviembre de 2012

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE SIPE SIPE


El 29 de noviembre de 1815 se produce la Batalla de Sipe-Sipe. Un ejército español mandado por el General Pezuela, vencedor en las batallas de Vilcapugio y Ayohuma, derrota al ejército argentino al mando del General José Rondeau en la Pampa de Sipe-Sipe, al pié de la cuesta de Viluna en el Alto Perú. La batalla fue intensa y las fuerzas patriotas perdieron más de 1.000 hombres entre muertos, heridos y prisioneros, una bandera, nueve cañones y 1.500 fusiles. El resto del ejército se salvó retirándose en orden, gracias a las cargas incesantes de la caballería comandada por el Coronel Mariano Necochea y el Mayor Gregorio Aráoz de La Madrid. En su parte escribió el General Pezuela:"Fueron los enemigos batidos sobre el campo de Batalla, pero reuniéndose siempre y perdiendo terreno palmo a palmo, con tesón y una disciplina como pueden tener las mejores tropas.Su caballería trabajó admirablemente".
En el momento que las tropas se hallaban preparadas para iniciar la tercera campaña al Alto Perú, el general Carlos de Alvear fue nombrado para reemplazar a Rondeau. Era la segunda vez que esto se producía: anteriormente Alvear había reemplazado a Rondeau cuando era inminente la caída de Montevideo en poder de las fuerzas de Buenos Aires. Los oficiales se sublevaron, comunicaron a Rondeau que no acatarían al nuevo jefe y lo instaron a iniciar las operaciones. Rondeau en rebeldía dispuso el comienzo de la campaña. El general Paz recordaría después en sus Memorias que era un ejército anarquizado que marchaba hacia un desastre seguro.
Los realistas comenzaron a sufrir continuos reveses que fueron debilitándolos. Estas pequeñas victorias patriotas obtenidas inicialmente obligó a Pezuela a retirar sus fuerzas hasta Oruro, abandonando pueblos que fueron ocupados por los hombres de Rondeau. Este se apoderó de Potosí y Charcas y estableció su cuartel en Chayanta.
Pero el Ejército Criollo comenzó a desmoralizarse. A ello se le sumaban los problemas por el manejo político de Buenos Aires que paralizaba a las luchas revolucionarias. Aún así se consiguió que el general español Pezuela retrocediera a Tupiza y luego a Cotagaita. El 17 de abril de 1815 se lograba un nuevo triunfo para las armas patrias en Puesto del Marqués. Entonces Pezuela retrocedió de Cotagaita a Chollapata donde concentró todas las fuerzas militares españolas. Potosí cayó en poder de Rondeau.
Martin de Guemes enemistado con Rondeau abandonó las filas del ejército junto con sus gauchos y se retiró hacia Salta, llevándose consigo el parque del ejército que se encontraba en Jujuy. A su vez, Martín Rodríguez pretendió sorprender al General Olañeta, brillante militar jujeño a las órdenes del virrey de Lima, en el pueblo de Venta y Media, pero fue derrotado
Rondeau buscó refugio en la pampa de Sipe-Sipe, junto a los macizos de Viluma. Allí fue alcanzado por Pezuela el 28 de noviembre de 1815, resultando el encuentro la más grave derrota -después de Huaqui- sufrida por las tropas patriotas en la guerra de la emancipación. Con esta derrota el Alto Perú se perdió definitivamente. Este hecho dio lugar a que en Europa se creyera que la suerte de la revolución estaba sellada.
Los Patricios retrocedieron una vez más hasta Humahuaca. Parecía que la revolución en el Alto Perú había fracasado.
Rondeau intentó quitarle 500 fusiles a los gauchos salteños. Guemes se negó terminantemente a desarmar a su provincia. El conflicto llegó a oídos del Director Supremo Alvarez Thomas quien decidió enviar una expedición al mando del coronel Domingo French para mediar en el conflicto y socorrer a las tropas de Rondeau varadas en el Norte salteño. Rondeau parecía más preocupado por escarmentar a Güemes y evitar el surgimiento de un nuevo Artigas en el Norte que por aunar fuerzas y preparar la resistencia frente al inminente avance español. Finalmente, el 22 de marzo de 1816 se llegó a un acuerdo: Salta seguiría con sus métodos de guerra gaucha bajo la conducción de Güemes y brindaría auxilio a las tropas enviadas desde Buenos Aires

San Martín y el nuevo Plan
Ya la independencia había sido declarada solemnemente en San Miguel de Tucumán. La estrategia definitivamente no había sido acertada. Se encomendó a San Martín idear el nuevo plan libertario: El terrible final del ejército del Norte, además de ocasionar nuevamente la pérdida del Alto Perú, hizo llegar a la conclusión de que ése no era el camino adecuado para enfrentar a los españoles de Lima. San Martín propondría reemplazarlo por la expedición a Chile y el ataque a Lima por mar. Mientras tanto, las poblaciones altoperuanas continuarían hostigando a los españoles por medio de las llamadas "republiquetas", que capitaneadas por los gobernantes designados por Manuel Belgrano y otros caudillos mantuvieron convulsionada la región
Pezuela finalmente no pudo mantenerse en Salta y decidió abandonarla, retirándose al centro del Alto Perú para luchar desde allí contra los insurrectos

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miércoles, 28 de noviembre de 2012

ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL CORONEL CARLOS BRANDSEN


El día 28 de noviembre de 1785 nace en la ciudad de París, Francia, el Coronel Carlos Luis Federico de Brandsen. Fue oficial de caballería en los ejércitos napoleónicos. A partir de su amistad con Bernardino Rivadavia, decidió viajar a Buenos Aires para ofrecer su espada a la causa de la libertad americana. El 19 de septiembre de 1817 fue nombrado Capitán por el entonces Director Supremo, General Juan M. de Pueyrredón, partiendo de inmediato hacia Chile para incorporarse al Ejército de los Andes en operaciones. Estuvo en la Batalla de Cancha Rayada y participó en las campañas del Bío-Bío y del Perú. De regreso en Buenos Aires y con el grado de Coronel, formó parte del ejército que derrotó al brasileño en la Batalla de Ituzaingó del 20 de febrero de 1827, donde cayó encabezando un ataque a fondo de la caballería a su mando.

La Foja de servicios de Brandsen comprende:
*Capitán de Caballería del Primer Imperio Francés;
*Caballero de la Legión de Honor;
*Caballero de la Real Orden Italiana de la Corona de Hierro;
*Capitán de Caballería de Chile;
*Comandante de la Legión Peruana de los Húsares de la Guardia;
*Comandante General de la Caballería y Jefe de la Vanguardia de las tropas del Perú;
*General de Brigada del Perú;
*Coronel de Caballería de la República Argentina;
*Condecorado con la Legión de Mérito de Chile, con los Cordones y la medalla de Maipú y con la medalla de oro con brillantes del Ejército Libertador de Perú; fue Benemérito de la Orden del Sol del Perú.

Se dice que Monet, un prestigioso General español que defendía la causa realista en el Perú, preguntó una vez al General Tomás Guido, a la sazón cumpliendo una misión diplomática por órdenes de San Martín, "¿tienen ustedes muchos oficiales como Brandsen?".
Guido, en un arranque de sinceridad, respondió que no: "...nadie lo supera en valor, y en cuanto a conocimiento y pericia en el arte de la guerra, no es fácil igualarle", a lo que el jefe español replicó: "Me alegro, porque si así no fuera se nos enredaría mucho más la madeja".



martes, 27 de noviembre de 2012

ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DEL BATALLÓN DE INGENIEROS ANFIBIOS

Nuestra Unidad recién nace a mediados de la década de 1940, como consecuencia del gran desarrollo del país y la progresiva evolución orgánica del Ejército, que hicieron sentir en la institución, la necesidad de contar con un elemento orgánico, que asegurara el franqueo de los grandes ríos del NE del país sin tener que depender de la infraestructura portuaria existente.
Así por superior decreto del 16 de noviembre de 1945, se crea dentro del Arma de Ingenieros al "Batallón Pontoneros de Grandes Ríos" con asiento en la ciudad de Paraná.
A mediados de 1946 se recibieron las dos primeras barcazas y el remolcador "Comechingones", perteneciente a la marina de Guerra, iniciándose con este conjunto las primeras prácticas de navegación en el río Paraná, Bajada Grande y alrededores.
El 16 de enero de 1947, la Unidad se traslado a su actual emplazamiento en el paraje denominado "Las Cuatros Bocas" confluencia de los ríos Salado, el Vado, el Negro y Coronda, distante a 4km de la ciudad de Santo Tomé.
El Batallón de Ingenieros Anfibios 121 participo del conflicto del Atlántico Sur enviando una fracción orgánica de Buzos de Ejército.

MISIÓN
La misión que tiene el Batallón de Ingenieros Anfibios 121 es la de participar en operaciones de grandes cursos de agua ya sea a través y a lo largo, como así también conducir los elementos orgánicos y/o agregados que participen en:

Operaciones de cursos de Agua.
Operaciones Anfibias.
Operaciones de transporte por agua.

Esta Unidad del Arma de Ingenieros, única en su tipo, se sustenta en sus cinco pilares fundamentales:

Compañía Comando y Servicios.
Compañía Buzos de Ejercito.
Compañía Ingenieros Asalto Anfibio.

Sección Escuela.
Linea de Navegación "Soldado Funes".

Fuente: www. binganf121.ejercito.mil.ar


lunes, 26 de noviembre de 2012

ANIVERSARIO DE LA CREACION DE LA BRIGADA DE MONTE XII


Las primeras acciones de combate en este ambiente particular se remonta al siglo XVII, fueron desarrolladas por las milicias Guaraníes organizadas en las Misiones Jesuíticas para la supervivencia de las Reducciones. Los Guaraníes habían sido siempre guerreros pero sus armas tradicionales ya no eran suficientes frente a enemigos como los Bandeirantes, provistos de mosquetes, arcabuces y otras armas de fuego.

En 1640 frente a una situación particularmente amenazante, los Jesuitas obtuvieron una autorización puntual para armar a sus indios lo que les permitió derrotar a los Paulistas en la batalla de MBORORE, primer combate de magnitud en este tipo de terreno. Con esto se origina el Ejército de las Misiones que sobre un total de treinta reducciones sumaban unos veinte mil combatientes.

Entre 1640 y 1766 las fuerzas Guaraníes debieron intervenir en más de sesenta oportunidades al lado del Ejército español saliendo airosos de la misión confiada por las autoridades realistasde defender las colonias del Río de la Plata, del Paraguay y del Alto Perú contra los intentos de los Portugueses de infiltrarse por el Oeste.

Con la disolución de la Orden de los Jesuitas en el año 1795 las organizaciones militares de las Misiones se desvanecen hasta que en 1815 se destaca entre las fuerzas de Don GERVASIO ARTIGAS un cacique Guarani “ANDRÉS GUACURARÍ” caudillo natural de sus hermanos, que logra organizar una importante fuerza militar con la que desarrolló cuatro campañas, defendiendo los pueblos de CANDELARIA, LORETO, SANTA ANA de los ataques Paraguayos, LA CRUZ, SANTO TOME, SANTA MARIA LA MAYOR, SAN JAVIER Y MARTIRES de la acción de los Portugueses.

Durante la Guerra contra el Paraguay, en este ambiente geográfico el Ejercito Nacional desarrolla diferentes campañas, sin ser estas, tropas aptas para operar en el mismo, por cuanto las mismas provenian de regiones de llanura, pero con gran esfuerzo y sacrificio llenaron paginas de gloria de la Historia Argentina.

Las diferentes reestructuraciones del Ejercito Argentino durante el Siglo XX llevaron al asentamiento gradual de diferentes Unidades, pero las mismas fueron muy incipientes en la especializacion por carencia de doctrina, hasta el año 1979.

El 26 de noviembre de 1979, por Superior Resolución se estableció la creación del núcleo de la Brigada de Infantería XII, constituida por:

Regimiento de Infantería 18.

Regimiento de Infantería 30.

Grupo de Artillería 12.

Escuadrón de Exploración de Caballería Blindada 12.

Compañía de Ingenieros 12.

Compañía de Ingenieros de Construcciones 12.

Compañía de Comunicaciones 12.

El Comando de la Brigada tuvo como primer asiento los cuarteles de la División Reclutamiento y Movilización "Misiones" y Cuartel General en la ciudad de Posadas. En 1981 pasa a ocupar el actual edificio en la calle San Martín 1936.

Su jurisdicción abarca las siguientes provincias:
Norte de Corrientes.
Chaco.
Formosa.

Misiones.
En esta última se encuentran la mayoría de sus Elementos Dependientes.
En el mes de diciembre de 1985 se disuelve la Brigada de Infantería VII con asiento en la ciudad de Corrientes, cuyas unidades dependientes pasaron a integrar la Brigada de Infantería XII.
En el mes de septiembre de 1986, se desarrolla el primer Curso de Cazadores de Monte, curso que contribuirá en un futuro para acrecentar el espíritu de cuerpo de los montaraces y también favorece la creación de los cursos de Instructor y Subinstructor de Monte, el Curso de Adaptación al Monte, el Curso Básico de Monte, el curso de Aerocoperación en Ambiente Geográfico Selvático y el Curso de Orientación de la Conducción de las Operaciones en el Monte para Jefes.
En 1991 se crea la Aptitud Especial de Monte, siendo el Comando la autoridad de coordinación en los temas educativos relacionados con la adquisición, mantenimiento y perfeccionamiento de dicha especialidad.

Las principales exigencias son:
Poseer aptitud psíquica y física acorde al medio.
Aprobar cursos de Monte en el país o en el extranjero.
Ejecutar tareas de rescate en el monte.
Ejecutar reconocimientos.

En el mes de enero de 1992, y por superior resolución del señor JEMGE, pasa a denominarse Brigada de Monte XII, realizándose las acciones de restauración necesarias con la finalidad de mantener y acrecentar su capacidad para operar en la selva y el monte, ámbitos propios de esta Brigada.

Fuente: www.brmte12.ejercito.mil.ar


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domingo, 25 de noviembre de 2012

ANIVERSARIO DEL COMBATE DE CHANCAY


El 25 de noviembre de 1820 se produce el Combate de Chancay. Durante la campaña libertadora del Perú, un grupo de reconocimiento de veinticinco granaderos a caballo al mando del Capitán Juan P. Pringles, es atacados por tres escuadrones realistas al mando del Coronel Gerónimo Valdés, entablándose un combate en el cual los patriotas son derrotados con dos terceras partes de sus soldados muertos. Pringles con los sobrevivientes toma la costa del mar y en vez de rendirse cabalga para internarse en las aguas. El jefe español al ver este acto de heroísmo le ofreció una capitulación honrosa que lo salvó junto con los soldados que quedaban. Posteriormente el General José de San Martín otorgó a Pringles y a sus hombres una condecoración con el lema: Gloria a los vencidos de Chancay. Los españoles, para expresar su respeto hacia ellos, hicieron acuñar cinco medallas, una para cada uno, con la leyenda: La Patria a los vencidos, vencedores de pescadores.


Chancay es una pequeña localidad que se encuentra en territorio peruano, sobre la costa del Océano Pacífico, en la cual, el 25 de noviembre de 1820, un puñado de valerosos soldados patriotas protagonizó una heroica acción que se perpetuaría en la historia. Corrían los duros años de la epopeya emancipadora y poco faltaba para que esta culminara en Ayacucho. El avance del ardor libertario, partiendo del Plata, había corrido a través de la mole andina liberando a Chile y en esos momentos, estaba consolidando su plan en suelo peruano. Entre uno de los tantos hechos de armas que contribuyeron al esfuerzo patriota, se encuentra el protagonizado por un piquete de 19 granaderos, al mando del fogoso y temerario Teniente Juan Pascual Pringles. Este había recibido orden de marchar a la Caleta de Pescadores, a 15 Km de Chancay, donde debía aguardar al comandante colombiano Tomás Heres, y a varios oficiales del Batallón Numancia, para transmitirles una orden y aguardar la respuestaComo expresa recomendación, había recibido la de evitar todo encuentro con tropas realistas, debiendo replegarse en ese caso al emplazamiento de la reserva patriota, con prohibición absoluta de empeñarse en combate.
El destacamento realizó una marcha forzada durante la noche desde su campamento hasta el lugar indicado, que quedaba entre los médanos de una costa relativamente baja con algunas barrancas, encontrándose allí al amanecer. Hasta allí, cumplió en un todo las precisas indicaciones que tenía, cuando de improviso surgieron de las brumas de la todavía incierta mañana, tres escuadrones españoles que superaban holgadamente al reducido destacamento de granaderos.
El aparecer y presentar combate fue una sola acción que, sorprendiendo a los patriotas, tanto por el número cuanto por la configuración del terreno, los obligó a combatir desigualmente y de espaldas al mar Pringles, resuelto a abrirse paso, cargó en varios intentos, dejando tres muertos y once heridos, incluido él mismo. Negándose a entregarse y en un arrebato de indignación e impotencia desesperada, volvió grupas a su cabalgadura e intrépidamente se internó entre las olas, ante la vista atónita y admirada de sus propios soldados y del enemigo.
El jefe español, mandó rápidamente un estafeta a informar del hecho a su jefe inmediato, el general Valdez, quien marchaba no lejos de allí, al mando del grueso de las tropas españolas. Enterado, éste galopó hasta el lugar del combate, llegando a presenciar el momento en que Pringles, aún montado, era envuelto por el oleaje, perdía el equilibrio y era presa de la violencia del mar, siendo desmontado. Valdez picó espuelas a su cabalgadura y también penetró en el agua, ofreciéndole a Pringles a viva voz la garantía de su vida.
Este, advirtiendo tal vez lo estéril de su sacrificio y medio ahogado, alcanzó las ancas del caballo del general y aceptó su propia salvación. Llegado a la playa, Valdez ordenó rescatar al caballo del valeroso oficial y reunir a sus soldados.
San Martín recibió el parte del jefe de Pringles, Alvarado, en el cuartel general de Supe. En el Boletín del Ejército Unido Libertador del Perú, correspondiente al 2 de diciembre de 1820, se hizo conocer lo ocurrido a las tropas, en los siguientes términos:
[...] Una partida de 19 granaderos al mando del Teniente Pringles salió a reconocer al enemigo y por fortuna nuestra fue cortada por 80 caballos y hecha prisionera cerca de Chancay. Ellos se rindieron, pero el enemigo quedó cubierto de ignominia; quizá no hay ejemplo en el mundo, de un combate más desigual y que tanto deshonre al vencedor: los vencidos se han hecho acreedores de la admiración de los enemigos y del aplauso de sus compañeros de armas.
Posteriormente, la orden del día, proclamó lo siguiente: [...] ¡Soldados! Una de nuestras partidas de observación ha caído en poder de los enemigos en Chancay: el teniente Pringles y 19 granaderos fueron sorprendidos por setenta hombres. Cargaron sobre ellos, rompieron la línea, pero al fin tuvieron que ponerse en fuga a la vista de cien hombres más que venían a unirse a los últimos. De nuestros bravos, tres quedaron en el campo, once fueron heridos y seis han caído prisioneros, incluso el oficial. La excesiva superioridad del número y el estado en que se hallaban los caballos de nuestra partida, han dado al enemigo este humillante triunfo. Él debe avergonzarse de haber vencido a 20 granaderos que acababan de romper su línea y dejar tendidos en el campo, entre muertos y heridos, a 26 lanceros y a más de un oficial, según se asegura. El vencedor ha quedado escarmentado en este choque, y llenos de orgullo, los vencidos. ¡Soldados!: No temáis a un enemigo que sólo busca victorias que degradan y daos la enhorabuena por una pérdida que hace tanto honor a nuestros compañeros de armas. San Martín.En los primeros días de enero de 1821 el teniente Pringles y sus granaderos fueron canjeados y remitidos de Lima al campamento patriota, en Huaura, después de una penosa estadía en los lóbregos calabozos de Casas Matas, en las baterías de El Callao, donde no tuvieron honores ni reconocimiento a su bravura, sino solamente, y en dura forma, el tratamiento dado a un enemigo prisionero. Pringles recibió una severísima reprimenda, seguida de una grave sanción, por parte del general San Martín, pero no por ello su magnanimidad dejó de reconocer la intrepidez y el valor del joven oficial, por lo que al anunciarle su reincorporación al Ejército Libertador, resolvió otorgarle un honroso premio.
Consta de un escudo redondo de paño celeste, que lleva bordadas en plata en su perímetro, dos ramas de laurel y una inscripción singular, no tanto en su mensaje, cuanto por las formas en que está expresado. Dice así:
“GLORIA A LOS VENCIDOS EN CHANCAY”
El premio, sin olvidar la derrota, resaltaba el reconocimiento a la recia bravura de la acción, mediante una inscripción en grandes letras, mientras que aquella aparecía en caracteres pequeños.
Así, la sanción se convirtió en honrosa prenda de reconocimiento al valor y al arrojo demostrados por el gallardo oficial. Ejemplos como este, que abundan en nuestra historia militar, deberían ser tenidos en cuenta a la hora de poner pecho, no solamente a las armas enemigas, sino también, incluso, hasta la ofensa verbal y cobarde de quienes pretenden atacar o insultar a las instituciones de la República. He aquí, una vez más, otra de las muy actuales enseñanzas que nos da nuestro venerable pasado, y en este caso, relacionado con el Espíritu Militar.
Fuente: Por el My (R) Sergio O. H. Toyos para el Diario Soldados.


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sábado, 24 de noviembre de 2012

EL HARAS GENERAL LAVALLE

En Tandil, provincia de Buenos Aires, a 380 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se encuentra el Haras General Lavalle, que depende del Comando de Remonta y Veterinaria del Ejército Argentino. Desde su fundación, el 15 de noviembre de 1935, está dedicado a la producción équida y bovina. Hoy, cumple 77º años de su creación.

En 1926 y durante la presidencia de Marcelo Torcuato de Alvear, el predio de 2094 hectáreas donde hoy está el Haras General Lavalle, fue comprado por el Ministerio de Guerra de la Nación. Y recién nueve años más tarde, en aquel 15 de noviembre, quedó inaugurado con la infraestructura correspondiente para cumplir con la misión de Remontar al Ejercito Argentino. En ese entonces, era hipomóvil en su mayoría y por lo tanto, comenzó con el mantenimiento de un importante plantel de ganado equino en pastoreo y amansamiento. Así, durante casi ocho décadas, el establecimiento logró gran prestigio en la producción caballar y asnal. Su éxito se basó en la permanente selección de reproductores y en la incorporación de líneas genéticas de reconocimiento mundial. Con sus ejemplares, la Fuerza mantiene viva la tradición del hipismo, pero también cumple con el objetivo operacional dentro del territorio nacional y formar parte de las fuerzas de seguridad.

Las razas
En sus potreros, personal especializado de oficiales, suboficiales, soldados y civiles está dedicado a la cría de caballos raza Silla Argentino, tipo Remonta (salto, polo, pato, adiestramiento y prueba completa) y tipo tropa y tareas; raza Percherón y raza Asnal Remonta Argentino. En la producción bovina, cría, recría y hace el engorde de las razas Aberdeen Angus (rodeo general y puro controlado) y Hereford.
Además, entre la producción agropecuaria que desarrolla el Haras, se destacan las rotaciones agrícolas con excelentes rendimientos y que responden a una utilización sustentable de sus recursos naturales. Así, siembran y cosechan trigo, maíz, sorgo, soja girasol y forraje para el ganado como avena, cebada y pasto en rollos. En los últimos años fueron introducidas las explotaciones forestal y apícola.

Rico historial
El 23 de marzo de 1898, a instancias del entonces presidente de la República, general Julio A. Roca y del ministro de Guerra, general Luis María Campos, se creó la Inspección General de Remonta a cargo del general Victoriano Rodríguez. Más tarde, con la reorganización del ministerio, en 1916, la dependencia pasó a depender de la Dirección General de Administración como 8ª División Remonta, Campos de Maniobras y Propiedades. Con la misión de ser responsable de “todo lo relativo al servicio de veterinaria y la remonta de ganado para el Ejército, la administración, explotación y custodia de los campos de maniobras y demás propiedades del ministerio de Guerra”. El coronel Mariano Aráoz de Lamadrid fue su primer jefe. Finalmente, el 12 de marzo de 1924 se convirtió en la Dirección de Remonta en manos del teniente coronel Adolfo Fauche como director. El 31 de octubre de 1952, con la ley 14147, se buscó el abastecimiento autónomo del Ejército y de sus cuadros. Desde entonces, y a partir del 1º de febrero de 1963, pasó a depender de la Subjefatura IV Logística, del EMGE; en agosto de ese año, fue incorporada la división perros de guerra y ganado de tambo; el 29 de enero de 1964 comenzó a funcionar la Comisión de Fomento del Caballo de Guerra y lo mismo sucedió el 19 de febrero de 1968, con la Comisión de Fomento del Perro de Guerra para la cría de la raza canina ovejero alemán y cuya titularidad ejerce el director de Remonta y Veterinaria.

Lema que perdura
Mientras tanto, el 16 de enero de 1967 fue declarada de interés nacional la crianza del équido y se decretó la indisponibilidad del haras General Lavalle, en Tandil; de los establecimientos, Coronel Pringles, en Quiñihual” y General Urquiza, en Arroyo Clé, Entre Ríos y de los campos argentinos de Polo y de Pato. El 25 de septiembre de 1969 se resolvió el traspaso de los establecimientos General Avalos, en Monte Caseros, Corrientes; Triunfo San José; General Paz, en Ordóñez Córdoba; Campo Los Andes, en Tunuyán, Mendoza y Cuadro Nacional, en San Rafael, Mendoza, bajo su dependencia y el 27 de noviembre de 2003, fue anexado también, el establecimiento Coronel Lorenzo Lugones, en Santiago del Estero. El 3 de febrero de 2004, recibió su actual nombre como Comando de Remonta y Veterinaria y con el lema que movió a sus fundadores: “Producir para abastecer al Ejército Argentino”.

Fuentes: Texto Lauro Noro / Diario Soldados Digital 2012.

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viernes, 23 de noviembre de 2012

ANIVERSARIO DEL COMBATE CAMINO A LA CIUDAD DE TARMA


El 23 de noviembre de 1820 se produce un combate en el camino a la ciudad de Tarma, Perú. Fuerzas patriotas al mando del Teniente Coronel Manuel P. Rojas en camino de Jauja a la ciudad de Tarma, atacan una columna realista que había sido previamente derrotada por el entonces Mayor Juan Galo de Lavalle, la vencen y capturan al total de sus jefes y tropa sobrevivientes, siendo esta una acción destacada ya que gracias a la misma se consigue tomar un armamento importante.


jueves, 22 de noviembre de 2012

DÍA DEL SERVICIO DE BANDAS


Saludamos a todos los integrantes del Servicio de Bandas en la fecha en que celebran su día y el de Santa Cecilia, su patrona.

El servicio de Bandas tiene la misión de contribuir al mantenimiento y elevación de la moral de los cuadros, cadetes, aspirantes y tropa por medio de la música tanto en Guarnición como en Campaña. Preservar y mantener vigente el Patrimonio de la música de género castrense y actuar como elemento representativo del Ejército al más alto nivel artístico musical como exponente de la cultura Nacional e Internacional.

La institución cuenta con un medio poderoso para estimular y mantener la moral de la tropa, como así también proporcionar un mayor brillo y marcialidad a las formaciones, ceremonias y desfiles militares y/o civiles.

* Bandas Militares. Son elementos constituidos por ejecutantes de instrumentos musicales de viento y de percusión, con capacidad para interpretar obras del género militar, popular, folklórico y clásico ligero.

* Fanfarrias Militares. Son elementos constituidos por ejecutantes de instrumentos musicales de viento y de percusión, con capacidad para interpretar obras del género militar, popular, folklórica y clásica ligera.

* Agrupaciones Sinfónicas. Son elementos constituidos por ejecutantes de instrumentos musicales de cuerda, de viento y de percusión, con capacidad para interpretar obras del género eminentemente clásico de origen nacional e internacional, como así también música militar, popular y folklórica.

Fuente: www.ejercito.mil.ar

En la imagen: Trompa de Ordenes del Regimiento de Granaderos a Caballo “General San Martín”

miércoles, 21 de noviembre de 2012

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL CORONEL JOSE IGNACIO WARNES


El 21 de noviembre de 1816 muere el Coronel José Ignacio Warnes. En un combate cuerpo a cuerpo contra fuerzas realistas al mando del Coronel Francisco J. Aguilera, en las afueras de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, una bala de cañón mató al caballo de Warnes, quedando este herido en el campo donde fue rematado por la infantería española. La batalla, ganada por los realistas, fue una de las más sangrientas de la Guerra de la Independencia. Después del combate, la cabeza de Warnes fue clavada en una pica y exhibida en la plaza mayor de la ciudad.

Su Historia
Muy joven ingresó en el cuerpo de Blandengues, destinado a cuidar las fronteras. Entre1806 y 1807 combatió contra las invasiones inglesas. En 1810 adhirió decididamente a la Revolución de Mayo, alistándose en los ejércitos de la emancipación; revistó como uno de los lugartenientes de Manuel Belgrano en la pequeña tropa que marchó a libertar al Paraguay.
En esa campaña cayó prisionero durante la batalla de Tacuarí, si bien logró ser liberado reintegrándose a las fuerzas que luego participarían de las campañas del Ejército del Norte a las órdenes de Belgrano. Warnes se destacó en las exitosas batallas de Tucumán (septiembre de 1812) y Salta (febrero de 1813), batallas luego de las cuales el Ejército del Norte reintentó la liberación del Alto Perú. Durante las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma, Warnes se distinguió por su valentía y arrojo.
Tras estos sucesos, Belgrano lo comisionó en 1813 para que avanzara por el Chaco Boeral y liberara a Santa Cruz de la Sierra. Warnes logró su cometido, asumiendo el gobierno en esa ciudad. Teóricamente estaba sometido a la autoridad de la provincia de Cochabamba, dentro de las Provincias Unidas del Río de la Plata, pero en la práctica se manejó con absoluta independencia.
Organizó allí un ejército local, instruyendo personalmente a sus hombres y fabricando allí su armamento. Mientras el resto del Ejército se retiraba a Salta, Warnes logró mantener el control de su provincia. Se mostró como un brillante organizador militar, pues creó batallones de "Pardos y Morenos", de Coraceros y de Cazadores, al estilo de los de Buenos Aires. Un poco por convicción, y otro poco para equipar al primero de estos batallones, decretó la libertad inmediata de todos los esclavos de la provincia.
A pesar de la insistencia del gobernador Arenales, no le prestó ninguna ayuda, ni tampoco la pidió para sí. Tampoco coordinó sus acciones con el jefe de la región de La Laguna, Manuel Ascensio Padilla, el esposo de la famosa Juana Azurduy.
A pesar de estos conflictos, Arenales se mostró generoso y se apuró a ir a ayudarlo cuando Warnes fue vencido por el Coronel Blanco en Angostura. Juntos derrotaron a los realistas en la batalla de la Florida, el 25 de mayo 1814. En esa batalla, Arenales fue alcanzado por una partida enemiga, y dejado por muerto con varios cortes de sable en la cabeza, pero salvó la vida. Por ello, cuando la batalla estaba casi terminada, Warnes desafió y mató en duelo de sables al comandante, Coronel Blanco.
Regresado el Ejército del Norte, entró en contacto con el general José Rondeau, ofreciéndole caballos y tropas de caballería, además de servicios de mensajes y coordinación. Rondeau rechazó el ofrecimiento y decidió enviar al ex-gobernador cordobés Santiago Carrera a reemplazar a Warnes en el gobierno de Santa Cruz. Éste estaba en la zona selvática de Chiquitos persiguiendo a una división realista, por lo que Carrera pudo entrar en la ciudad. Pero los partidarios de Warnes provocaron una revuelta, en que Carrera fue muerto con varios de sus acompañantes. Mientras tanto, Warnes alcanzaba y derrotaba a los realistas de Chiquitos en Santa Bárbara.
Pocos días más tarde, derrotado Rondeau en la Batalla de Sipe Sipe, quedó Warnes nuevamente a cargo de Santa Cruz "hasta que, repuestas su fuerzas, pueda este Ejército volver...", como le dejó dicho Rondeau. Pero el Ejército del Norte nunca regresó, y Warnes y Padilla se vieron cada día más presionados por el avance de los realistas.
En septiembre de 1816, el Coronel Francisco Javier Aguilera, nacido en Santa Cruz, derrotó y ejecutó a Padilla en La Laguna, junto a 700 de sus hombres, que murieron con las armas en la mano. En noviembre avanzó hacia su ciudad natal con 1200 hombres.
Warnes salió con sus 1000 soldados al encuentro de Aguilera en el combate de El Parí. La caballería realista fue vencida y Aguilera perdió la mitad de sus hombres, pero una bala de cañón mató al caballo de Warnes, quedando este herido en el campo donde fue rematado por la infantería española. Entonces la infantería patriota cedió y fue arrasada. Los pocos patriotas que fueron tomados prisioneros fueron ejecutados.
Aguilera entró en su ciudad con la cabeza de Warnes clavada en una pica, en vez del estandarte real; días después, hizo matar a 900 indios, que no habían luchado y sólo eran protegidos de Warnes.
Ignacio Warnes ha pasado a ser un prócer de la región cruceña de modo que una ciudad y una provincia de tal región le conmemoran, teniéndolo por epónimo.

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martes, 20 de noviembre de 2012

ANIVERSARIO DEL COMBATE DE VUELTA DE OBLIGADO


El 20 de noviembre de 1845 se produce el combate de la Vuelta de Obligado, en la Provincia de Buenos Aires. Bloqueado el puerto de Buenos Aires por una escuadra anglo-francesa que antes había capturado a la isla de Martín García como punto de control para el acceso al Río Uruguay, estos deciden dominar también el Río Paraná para llevar auxilios a la Provincia de Corrientes, que estaba en estado de guerra con la Provincia de Buenos Aires, gobernada por Juan M. Rosas, franqueando así a su aliada, la República del Uruguay, el acceso al comercio con el Paraguay y el litoral argentino. El gobernador Rosas ordenó al General Lucio V. Mansilla defender con los medios disponibles la soberanía de las aguas territoriales argentinas. En un codo del Río Paraná, cerca de la ciudad de San Pedro, Mansilla armó cuatro grupos de cañones y tendió de costa a costa una línea de barcos acoderados unidos por tres líneas de cadenas. El combate, donde Mansilla fue herido, fue reñido y sangriento. Mansilla comandó las fuerzas argentinas, el Capitán de Navío Tréhouart las francesas y el Capitán Hatham las británicas. Este último se adelantó en una pequeña embarcación y cortó las cadenas librando el paso.

Históricamente los Federales y Unitarios rioplatenses han considerado el combate de la Vuelta de Obligado como el más importante triunfo en la lucha por consolidar y hacer respetar la soberanía de las nuevas repúblicas. Ya no seria posible navegar los ríos argentinos sin permiso de los argentinos.

El General José de San Martín expresó desde Francia:

“Los interventores habrían visto que los argentinos no son empanadas que se comen sin más trabajo que el de abrir la boca. (…) Esta contienda es, en mi opinión, de tanta trascendencia como la de nuestra emancipación de España”.

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lunes, 19 de noviembre de 2012

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE EL MORRO


En San José del Morro, emplazado sobre la ruta que une la ciudad de Mercedes (San Luis) con la de Villa Dolores (Córdoba), se produjo en el siglo XIX uno de los acontecimientos militares más importantes de la provincia de San Luis. Ubicado en el centro de la región que los indios debían cruzar para atacar las poblaciones norteñas, desde 1711 constituía el bastión destinado a contenerlos en sus arremetidas y a cortarles el paso en sus retiradas.
Desde la hora inicial de la conquista ese era el camino abierto por los aborígenes para sus avances sobre los pobladores rurales y los conglomerados urbanos establecidos al norte del Río Quinto, y ese fue el lugar que las vanguardias civilizadoras eligieron para librar sus batallas con los salvajes. Ahí fue donde por primera vez en 1584 Tristán de Tejada batió enérgicamente a los clanes sureños inflingiéndole una sangrienta derrota y fue también ahí donde los legendarios del feroz Yanquetruz destrozaron las milicias de tres provincias, dos siglos y medio más tarde, lo que demuestra cual dilatada fue la contienda entre indios y cristianos en la jurisdicción de San Luis.
En octubre de 1832 los gobiernos de Mendoza, Córdoba y San Luis combinaron sus fuerzas para contener una fuerte invasión de indios que había asolado las estancias ubicadas en los campos de Río Quinto.
En cumplimiento del acuerdo a que habían llegado las tres provincias, el gobernador José Gregorio Calderón salió de San Luis con destino al Morro al frente de 500 hombres de caballería e infantería armados de lanzas, sables, boleadoras y dos cañoncitos.
En el Morro se reunió con los sesenta infantes enviados desde Córdoba al mando del coronel Francisco Reynafé y con el coronel Jorge Velazco que venía de Mendoza conduciendo un convoy de carretas con armas, las que no pudieron llegar a tiempo a causa de la rapidez con que se había producido el avance de los invasores.
El comandante Pablo Lucero que ya se encontraba en el Morro y Calderón, organizaron apresuradamente el frente de batalla con los invasores a la vista. Reynafé con su escuadrón ocupó el ala derecha, sostenida por la infantería y dos piezas de artillería al mando de Velazco y del comandante Patricio Chávez. Las caballerías de Córdoba y San Luis integraron el ala izquierda a las inmediatas órdenes de Lucero, el comandante Pedro Bengolea y los capitanes Pedro Núñez y León Gallardo. La reserva quedó constituida por dos piquetes de caballería al mando del comandante Eufrasio Videla. El combate fue iniciado por Lucero que se lanzó en una rápida y violenta carga, entreverándose con los indios que consiguieron parar el golpe y desorganizar a los atacantes, hiriendo gravemente al comandante Lucero y de no poca consideración a los capitanes Núñez y Gallardo.
Producido el primer choque los indios contraatacaron con tremendo empuje, obligando a las fuerzas regulares a formar cuadro para poder resistirlos y contra ellos se estrellaron infructuosamente hasta que finalmente adoptaron la táctica de retirarse, aparentando que abandonaban el combate.
Transcurridas unas pocas horas los comandantes Videla y Reynafé, cumpliendo órdenes superiores, iniciaron con el grueso de las fuerzas la persecución de los que ellos creían que se retiraban vencidos y escarmentados. Para su desgracia les dieron alcance cinco leguas al sud del Morro, empeñándose en una acción que concluyó en un completo desastre para los perseguidores.
Los indios tomaron la iniciativa atacando a las fuerzas regulares con tan recio empuje que rompieron los cuadros y desorganizando la infantería, acuchillaron bárbaramente a gran parte de los soldados de la civilización. Ahí rindieron su vida heroicamente el capitán José María Ponce, el teniente José Quintero, el alférez Castro y el abanderado Agustín Acosta.
El sangriento combate debe ser recordado como una de las humillantes victorias que los irregulares escuadrones aborígenes consiguieron llevándose por delante las veteranas fuerzas de línea comandadas por jefes que habían acreditado su valentía y denuedo en cien combates en las luchas del desierto y en las de las discordias civiles.
La bochornosa derrota que sufrieron ese día demuestra que no era un mito ni una leyenda emanada de miedo o la cobardía, la condición de guerrero peligroso y de inigualable ferocidad que se atribuía al belicoso ranquel.
El bote formidable de sus largas y agudas lanzas, el golpe mortal de su bola guacha, su vigor físico revelado en el entrevero cuerpo a cuerpo que él prefería en la pelea, sus cargas vertiginosas, y hasta sus estremecedores alaridos de guerra que se complementaban con sus traidoras y sorpresivas celadas, creaban una imagen de muerte y exterminio que hacía estallar los nervios de sus oponentes poniendo a prueba el temple de sus corazones.
El panorama real, la verdad escueta de lo que ocurría es que las falanges indígenas, invictas o derrotadas, con su asombrosa movilidad y pugnaz fibra bélica no dejaban más descanso a los pobladores y soldados cristianos que el que corría entre uno y otro malón llevados a cabo en los más dispares escenarios y a veces simultáneamente en dos o tres lugares distintos.
Inopinadamente aparecían en el horizonte, cometían una tremenda fechoría y regresaban a sus cubiles llevando ganado, cautivos y otros frutos de su rapiña y volvían a salir con distinto rumbo, buscando caer sobre las zonas indefensas y dejando señalado siempre su paso por un reguero de sangre, con los mutilados e inermes cuerpos de sus víctimas y con la negrura del incendio destructor. Su embate contra todo lo que era un signo de vida civilizada, concluía a veces con la destrucción y masacre de las fuerzas que se les oponían.
Vencedores o vencidos el saldo era siempre pavorosamente dramático: los pueblos destruidos, los hogares enlutados, la vigilia permanente y el terror oprimiendo los corazones.
En la imagen: Templo de San José del Morro, el más antiguo de la Provincia de San Luis.

Fuentes: Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado / www. revisionistas.com.ar / Pastor, Reynaldo A. – San Luis, su gloriosa y callada gesta (1810-1967) – Buenos Aires (1970).

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domingo, 18 de noviembre de 2012

ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL GENERAL GREGORIO ARAOZ DE LAMADRID


Valiente e impetuoso comandante militar, que desempeñó un importante papel en la guerra de la independencia y en las luchas que le siguieron.
Nació en Tucumán el 18 de noviembre de 1795; alistado en la milicia provincial, obtuvo despacho de teniente en 1811; tomó parte en la mayoría de los combates del norte; en los de Vilcapugio, Ayohuma, Venta y Media, y en Sipe Sipe en el cual salvó al herido general Francisco Fernández de la Cruz, de ser capturado por los realistas.
Sirvió como ayudante de San Martín en Tucumán; en 1818 había alcanzado el grado de coronel; transferido del norte a Buenos Aires, combatió con las fuerzas del Directorio contra los caudillos mesopotámicos Estanislao López de Santa Fe y Francisco Ramírez de Entre Ríos, a principios de la década de 1820.
En 1825 Lamadrid fue enviado a las provincias del norte para reclutar fuerzas para la inminente guerra con el Brasil; en lugar de ello, como firme partidario de la causa unitaria, se lanzó a la guerra civil en Tucumán, derrocando al gobernador Javier López y generalmente suscitando temores en las provincias norteñas de que Rivadavia (líder unitario) trataba de imponer el poder centralista por la fuerza; Lamadrid continuó su actuación en las guerras civiles pero fue derrotado y gravemente herido por fuerzas de Quiroga en El Tala, huyendo hacia el exilio en Bolivia después de una nueva derrota en Rincón; regresando a Buenos Aires en 1828, se unió a las fuerzas unitarias del general Paz, luchó en La Tablada, San Roque, Oncativo y después que el general Paz fue inesperadamente capturado por los federales, Lamadrid, en su carácter de segundo en el mando, asumió la responsabilidad del gobierno de Córdoba y del mando de su ejército; retirándose a Tucumán fue derrotado por Quiroga en Ciudadela, en 1831; Lamadrid volvió a Bolivia otra vez como exiliado, permaneciendo allí durante siete años.
A su regreso a la Argentina, Lamadrid llegó a ser uno de los más prominentes generales bajo el régimen federal de Rosas; enviado nuevamente a su Tucumán natal (a principios de 1840) con la misión de reprimir la creciente revuelta contra Rosas, Lamadrid decidió en cambio, unirse a la oposición y fue nombrado comandante en jefe de fuerzas de las provincias que formaban la Coalición del Norte poco tiempo después de haber sido derrotado por Aldao, en Pampa Redonda.
En octubre, un levantamiento producido contra el gobierno de Córdoba mientras se aproximaba Lamadrid le otorgó asimismo el comando de las tropas de esa provincia; se unió a las fuerzas de Lavalle para realizar un esfuerzo conjunto destinado a derrocar a Rosas, pero este último, habiendo celebrado la paz con Francia, pudo enviar un ejército federal completo contra Lamadrid y Lavalle; ambos ejércitos, viajando juntos pero bajo mandos separados, salieron de Córdoba retirándose hacia Tucumán donde esperaban obtener refuerzos y pertrechos.
En el camino Lavalle propuso una temeraria estratagema que ofrecía posibilidades de éxito: él permanecería atrás manteniendo inmovilizados a los federales en la provincia de La Rioja hasta tanto Lamadrid pudiera formar un nuevo ejército en Tucumán; el desesperado ardid fracasó y Lavalle fue obligado a huir a Tucumán en junio de 1841, prosiguiendo su marcha hasta Jujuy, donde fue muerto; Lamadrid abrió campaña en San Juan, bajo su segundo en el mando, general Mariano Acha, pero éste fracasó; Lamadrid, contando con la mayoría de las fuerzas de coalición, se abrió paso entre dos ejércitos federales hasta Mendoza, donde los ejércitos de Pacheco, Aldao y Benavídez convergieron para derrotarlo, el 24 de septiembre de 1841, en Rodeo del Medio; los sobrevivientes, incluyendo a Lamadrid, huyeron a Chile donde recibieron ayuda de Domingo Faustino Sarmiento, también él exiliado de los federales.
Lamadrid prosiguió hasta Bolivia y luego se dirigió a Montevideo; se unió a las fuerzas que combatían contra Rosas, distinguiéndose como comandante del ala derecha del ejército de Urquiza, derrotando a Rosas en la batalla de Caseros (1852). El general Gregorio Aráoz de Lamadrid murió en Buenos Aires cinco años después.

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viernes, 16 de noviembre de 2012

DÍA DE LA AVIACIÓN DE EJÉRCITO


En el día de la Aviación de Ejército, conmemoramos la recreación del Comando de Aviación, el 17 de noviembre de 1958, y enviamos especiales saludos a todos sus miembros.

La misión de la Aviación de Ejército incrementará la capacidad de las fuerzas terrestres para realizar operaciones militares, empleando en la tercera dimensión sus medios aéreos orgánicos para la ejecución de funciones de combate, apoyo de fuego, apoyo de combate. Esencialmente la Aviación participa en la batalla ejecutando operaciones aeromóviles, de apoyo de fuego, defensa aérea, defensa antitanque, exploración y reconocimiento, observación, vigilancia aérea, comando, control, comunicaciones e inteligencia (C3I) y guerra electrónica.
La misión cobrará mayor relevancia cuando las operaciones terrestres se desarrollen en grandes espacios, con poca densidad de tropas o cuando se deba operar con flancos libres, retaguardias expuestas y en zonas no totalmente bajo propio control, proporcionando movilidad táctica para desplazar rápidamente efectivos para ocupar lugares críticos, efectuar cercos o lograr la concentración de medios.
Sus elementos proporcionarán a los comandos terrestres, la posibilidad de introducir modificaciones significativas en la relación del poder de combate en lapsos reducidos, creando las condiciones para el éxito o aprovechando aquellas que se hubieran producido durante el desarrollo del combate.

En nuestro país, el empleo del medio aéreo conaplicaciones militares se remonta a la Guerra de la Triple Alianza, cuando en "Potrero Piris", el 8 de julio de 1867, el Sargento Mayor Roberto A. Chodasiewicz, se elevara en un globo aerostático para observar el dispositivo de Humaitá.

A partir de allí, el Ejército fue el principal protagonista del desarrollo aeronáutico nacional, a través de jóvenes entusiastas que contando con el desinteresado apoyo de Instituciones Civiles y Aeroclubes, logran en 1912 la creación de la Escuela de Aviación Militar, con asiento en El Palomar.

Durante el período 1912 - 1945, mediante una tesonera labor, se produce una gran expansión del medio aéreo, creándose las primeras Unidades de Aviación, el Arma de Aviación de Ejército, la Fábrica Militar de Aviones y el Comando de Aviación de Ejército, para luego de 33 años de trabajo sin pausa, dar origen a la actual Fuerza Aérea Argentina.
La decisión de crear esta nueva Fuerza Armada, motivó que el Ejército cediera casi la totalidad de su material aéreo e instalaciones. Con el material restante, más algunas incorporaciones esporádicas, se mantuvieron los apoyos aéreos de la Fuerza.
Este hecho, más las crecientes necesidades impuestas por los modernos escenarios, dieron como resultado la recreación de la Aviación del Ejército en el año 1956.
A partir de ese momento y con la sistemática incorporación de aeronaves, personal y Unidades, la Aviación de Ejército ha apoyado a la Fuerza y a la Comunidad en forma ininterrumpida en todo el territorio nacional.

En el año 1965 participó con un avión Cessna U -17 en la primera expedición al Polo Sur.
En el año 1975, tuvo su bautismo de fuego durante la Operación Independencia.
En el año 1982, obtuvo una participación preponderante en todas las acciones llevadas a cabo en la gesta de Malvinas.

En el año 1989, participó en la recuperación de los cuarteles del Regimiento de Infantería Mecanizado 3 en La Tablada.

Los apoyos de Aviación de Ejército se ven permanentemente materializados a través de la participación en las campañas antárticas, las evacuaciones sanitarias, los ejercicios Conjuntos y Combinados, los incendios forestales y las inundaciones que afectan a distintas zonas del país.

Fuente: www.ejercito.mil.ar

En la Imagen: Dibujo de Carlos A. Garcia. Durante la Guerra de Malvinas el entonces Capitán Jorge Svendsen, acompañado por el Cabo 1º San Miguel y el Sarg Ay Santana, abordo de un UH-1H del Batallón de Aviación de Combate 601 de la Aviación del Ejército Argentino, rescatan al Capitán (ARA) José César Arca luego de eyectarse de su A-4Q posterior al ataque a la corbeta HMS Ardent.
La hazaña fue espectacular por la mala meteorología y la amenaza de ataques enemigos. Svendsen debió introducir los esquíes de su helicóptero en el picado mar, para que el accidentado piloto pudiera colgarse y ser llevado de esa manera unos 500 m hasta la costa para ser subido posteriormente al interior del helicóptero.

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ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DEL ESCUADRÓN DE EXPLORACION CABALLERÍA BLINDADO 1 "CORONEL ISIDORO SUAREZ"

Con fecha 16 de noviembre de 1964 y conforme al primer tramo del plan de reestructuración de la Fuerza Ejército, el Presidente de la Nación decreta la creación del Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado 10, con asiento en La Tablada, provincia de Buenos Aires, dependiente del Cdo Br Mec X.
Teniendo en cuenta el expediente originado en la Subunidad por el cual se solicita se designe a la misma con el nombre del ilustre prócer Coronel Isidoro Suarez el Comandante en Jefe del Ejército resuelve favorablemente este pedido con fecha 30 de setiembre de 1974. De esta manera se repara una injusta omisión histórica al recordar, con tal designación de aquel valiente jefe militar, quien se distinguió por sus virtudes de soldado, sus condiciones de líder y su brillante desempeñó en las misiones de exploración y reconocimiento realizadas durante las luchas por la emancipación americana.
Desde su creación el Escuadrón ha estado presente en las más importantes acciones realizadas por el Ejército Argentino en su historia militar reciente.
El 23 de diciembre de 1975 en la localidad de Monte Chingolo, tiene un activo protagonismo en la defensa y recuperación del Batallón Depósito de Arsenales 601 “Domingo Viejo Bueno”, atacado por elementos terroristas.
En 1982 el Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado 10 es el único elemento del arma de caballería que participa en forma orgánica de la recuperación de las Islas Malvinas. Combate en forma heroica en Monte Longdon, Moody Brook y Wireless Ridge. Durante esta gloriosa campaña tiene 76 bajas lo que manifiesta en el hecho de que 1 de cada 10 de sus hombres es galardonado por su acción en combate. Su personal es distinguido con una medalla “al valor en combate”, 6 medallas “muerto en combate” y 21 “distinciones personales”.
Con fecha 31 de diciembre de 1985, como parte de racionalización del Ejército, esta Subunidad cambia su denominación por el Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado 1, dependiente de la Br C Bl I.
El 23 y 24 de enero de 1989 participa en la recuperación de su propio cuartel en La Tablada que había sido atacado por elementos terroristas del Movimiento Todos por la Patria. Durante las acciones ejecutadas para dicha recuperación 6 de sus hombres son heridos en combate.
La bandera de guerra de la Subunidad ha recibido las siguientes condecoraciones: “El Ejército Argentino a las unidades que participaron en la campaña de Malvinas”, “El gobierno de la provincia de Santa Fe al valor de los que combatieron en al Atlántico Sur” y “El Ejército Argentino al honor, valor y disciplina en el combate de La Tablada”.
Con fecha 2 de Diciembre de 1992 se traslada a la localidad de Arana, Pcia. de Buenos Aires .
El 30 de abril de 1998 la Subunidad es designada por el Sr JEMGE como Compañía de Reconocimiento Ligera de la Brigada Multinacional de Rápido Despliegue (SHIRBRIG), para actuar a orden bajo el mandato del capitulo VI de la carta de la Organización de las Naciones Unidas.

Fuente: www. caballeria.ejercito.mil.ar

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jueves, 15 de noviembre de 2012

14 DE NOVIEMBRE: DÍA DE LA ESPECIALIDAD DE INTELIGENCIA


La Inteligencia constituirá una necesidad permanente de la conducción. Ello impondrá que las actividades de este campo deban efectuarse en forma ininterrumpida en todos los niveles, desplegando los medios y comenzando la producción de inteligencia con la debida anticipación, para estar en condiciones de proporcionar las bases necesarias a la conducción, en forma oportuna.
Los elementos de Inteligencia participarán en la batalla, mediante la realización de actividades de ejecución de inteligencia, para satisfacer las necesidades de las áreas territoriales, tácticas y estratégicas, de acuerdo con los siguientes conceptos:

- En los niveles tácticos se realizarán actividades de obtención sobre el enemigo, características geográficas de la zona de combate y las condiciones meteorológicas, mediante la utilización de elementos de inteligencia táctica.

- En el nivel estratégico operacional se realizarán actividades de obtención de información sobre el enemigo, operaciones de contrainteligencia, mediante el empleo de elementos de inteligencia táctica y elementos específicos de inteligencia, utilizando procedimientos abiertos y/o encubiertos para satisfacer las necesidades del Teatro de Operaciones u organizaciones territoriales del mismo nivel.

- En el nivel estratégico militar, se realizarán actividades de obtención de información, operaciones de inteligencia y contrainteligencia, y de ejecución de operaciones psicológicas mediante la utilización de procedimientos normalmente encubiertos para satisfacer las necesidades de este nivel de conducción.

Los elementos de Inteligencia cuentan con una organización flexible, y con medios especiales que le permiten satisfacer, con eficacia, todas aquellas actividades que se deriven del cumplimiento de su misión específica.
En cada nivel de conducción (táctico-estratégico) se conformarán dos organizaciones diferenciadas, a saber:

- Órganos de Dirección, con la misión de dirección, producción de inteligencia y diseminación.

- Medios de Ejecución, para la obtención de información en todos los niveles, y para la ejecución de operaciones de inteligencia, contrainteligencia y acción psicológica.

Fuente: www. ejercito.mil.ar

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miércoles, 14 de noviembre de 2012

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE AYUHUMA

La Batalla de Ayohuma (en quechua cabeza de muerto) (14 de noviembre de 1813) fue una contienda en el marco de la Guerra de Independencia de Argentina, en la Campaña del Alto Perú, en la que el Ejército del Norte al mando del general Manuel Belgrano fue derrotado por las tropas realistas comandadas por Joaquín de la Pezuela.

Previo al combate
Luego de la derrota de Vilcapugio, Belgrano estableció su cuartel general en Macha. Allí reorganizó a su ejército. Obtuvo ayuda de Francisco Ocampo (Presidente de Charcas), y de las provincias del Alto Perú (Cochabamba, Santa Cruz de las Sierras, Chayanta). A fines de octubre de 1813, el ejército patriota contaba con alrededor de 3.400 hombres, de los cuales apenas 1.000 eran veteranos.
A pesar de su reciente victoria, las tropas de Pezuela, estaban refugiadas en las alturas de Condo-Condo y rodeadas por poblaciones hostiles, no podían emprender ataque alguno contra el Ejército del Norte. Finalmente, el 29 de octubre, los realistas partieron desde su campamento en Condo-Condo, a fin de tomar la ofensiva antes de que los patriotas se robustezcan más. El 12 de noviembre llegan a Toquirí, una elevación a cuyos pies se halla la pampa de Ayohuma.
Mientras tanto, el General Belgrano estaba reunido con sus oficiales para discutir el plan de operaciones a seguir. La mayoría se inclinaba por retirarse a Potosí, pero el general alentó a sus subalternos a combatir en la batalla. Esa misma noche las tropas abandonaron Macha y se dirigieron hacia Ayohuma.

La Batalla
Las tropas que se estaban por enfrentar presentaban una desproporción importante. Mientras que la caballería patriota doblaba a la realista, los españoles contaban con el doble de infantería y 18 piezas de artillería, contra 8 de las tropas de Belgrano.
A mitad de la mañana, los españoles que habían descendido de su posición elevada para ubicarse sobre la derecha del ejército del Río de la Plata, comenzaron el fuego con sus cañones, dispersando a las tropas adversarias. En un alto del fuego enemigo, Belgrano ordenó el avance de la infantería y la caballería, pero éstos no pudieron resistir ante la oposición de los españoles.
Belgrano se vio obligado a retroceder y mediante un llamado de clarín logró reunir a alrededor de 500 hombres. En el campo de batalla quedaron alrededor de 200 muertos, 200 heridos y 500 prisioneros y casi toda la artillería. Los 500 hombres se dirigieron hacia Potosí, pero la ciudad debió ser prontamente evacuada ante la cercanía del enemigo. Belgrano se dirigió entonces hacia Tucumán, donde el 30 de enero de 1814 le entrega el mando del Ejército del Norte al general San Martín. Luego comentaría por escrito la superioridad táctica del español frente a su limitado conocimiento de la guerra.

"El General Belgrano como improvisado y abnegado comandante en Jefe del Ejército Auxiliar del perú, se hizo cargo del mismo con la dotación de oficiales que tenía. En las batallas de Tucumán y Salta primero, y en las acciones de Vilcapugio y Ayohuma después, se destacaron Balcarce, Díaz Velez, Dorrego, Superi, Holmberg, Forest, Lamadrid y Paz. Modesto en su grandeza, atribuyó a ellos y a la tropa las victorias de Las Piedras, Tucumán y Salta, reservando para sí solamente la responsabilidad de los infortunios de Vilcapugio y Ayohuma."
De: "Fundamentos de Etica Militar" del General de Brigada Emilio Bolon Varela.

martes, 13 de noviembre de 2012

ANIVERSARIO DE LA CREACION DEL ESCUADRÓN DE INGENIEROS BLINDADO NRO. 2


En base a tres secciones de Zapadores Pontoneros de Caballería, por resolución inserta en el BMP Nro. 18/427 el 15 de febrero de 1930, se crea el Escuadrón de Zapadores Pontoneros Nro. 3 con asiento en la ciudad de Concepción del Uruguay, Provincia de Entre Ríos.
Inicia sus actividades castrenses instruyendo a la clase 1909, a ordenes de su primer jefe Teniente Coronel Cesar A. Alvarez.
Después de una fecunda labor en el orden militar, en el año 1932 pasa a denominarse “Escuadrón 2 de Zapadores”.
En el año 1944 su nombre es cambiado nuevamente por el “2do Destacamento de Zapadores” siendo trasladado a Gualeguaychú, Provincia de Entre Ríos
El 15 de diciembre de 1947, luego de ganarse la gratitud del pueblo de Gualeguaychú por los numerosos trabajos de circunstancias y obras de bien social que efectuó, se traslada a Monte Caseros, Provincia de Corrientes.
Por inserta en boletín Nro. 262 el día 24 de setiembre de 1959 se convierte en el “2do Destacamento de Ingenieros”.
Como consecuencia de la reestructuración del ejército, el 13 de noviembre de 1964, se traslada a la ciudad de Paraná, Entre Ríos como “Escuadrón de Ingenieros Nro. 2”.
El 4 de febrero de 1969, a raíz del proceso de mecanización de su gran unidad de combate se trasforma en el “Escuadrón de Ingenieros Blindado 2”.
Ya en la historia de la guerra moderna, el arma de ingenieros ha ocupado amplios espacios en los archivos históricos. Su importancia ha aumentado paralelamente con el avance técnico de los ejércitos. Su acción de las armas, pues con sus medios repara el terreno para asegurar la continuidad de la paz.
Hoy son testigos fieles de su aporte al desarrollo nacional las múltiples obras que año a año jalonan el suelo de la patria. Caminos y puentes en las mesetas patagónicas, a través de las cuchillas mesopotámicas, en los montes chaqueños y bosques misioneros, en las alturas cordilleranas, en el norte argentino y en la inconmensurable pampa, dicen del esfuerzo del arma de ingenieros en su contribución en la solución de ingente problemas de orden nacional.
El “Escuadrón de Ingenieros Blindado 2”, digno representante de su arma, continúa en la Ciudad de Paraná acrecentando un prestigio justicieramente ganado.
En la imagen: Oficial del Cuerpo de Zapadores hacia el año 1813-1814. Guillermo Roux.
Fuente: www. ingenieros.ejercito.mil.ar

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